El punto de partida en la sanidad del abuso es conocer a tu sanador. Cuando lo hagas, aprenderás que Dios es verdaderamente justo, y que Él es mucho mejor resolviendo la carga que tú. En este mensaje, aprende del Pastor Rick cómo dejar el juicio en las manos de Dios para que puedas seguir adelante y vivir libre del abuso.

A la gente no le gusta hablar sobre el abuso o incluso admitir que está ahí, pero tratar de minimizarlo solo lo empeora. El pastor Rick quiere que entiendas que Dios puede darte el coraje de dar algunos pasos saludables hacia adelante en lugar de minimizar y racionalizar el abuso.

Puedes tomar una página del libro de Salmos cuando se trata de liberarse del abuso. En este mensaje, el pastor Rick muestra cómo el Rey David modeló dando el primer paso para liberarse: compartiendo su dolor con alguien más.

Acompaña al pastor Rick mientras nos continúa enseñando de la Biblia: que cuando le entregas a Dios tu dolor, Él promete usarlo para tu beneficio, para sus propósitos y para ayudar a otras personas. Cuando experimentas la recuperación y la renovación en tu vida, podrás compartir con otras personas que necesitan esperanza.

No es tu trabajo convencer a la gente de que acepte a Cristo. Ese es el trabajo del Espíritu Santo. No estás llamado a ser abogado. Pero Dios te llama y te ordena que seas testigo. En este mensaje, el pastor Rick nos enseña la diferencia entre un abogado y un testigo y cómo puedes ser testigo y compartir la esperanza.

Para que Dios use el dolor por el que has pasado en tu vida para el bien de otras personas, para sus propósitos y para tu beneficio, debes ser auténtico. Acompaña al pastor Rick durante este mensaje, ya que comparte las cinco cosas sobre las que debes ser honesto, si deseas tener un impacto en la vida de otra persona.

Tu mayor ministerio fluirá de tu dolor, no de tus fortalezas, ni de tu talentos, sino de las experiencias dolorosas de tu vida. En esta transmisión, el pastor Rick usa el ejemplo bíblico de Pablo para explicar cómo usar tus debilidades para ayudar a otras personas que están sufriendo

Es fácil confesar y abandonar un pecado de hace cinco años. ¡Es mucho más difícil confesar y abandonar los que acabas de hacer! En este mensaje, el pastor Rick te enseña cómo enfrentar y dejar de lado tus fallas rápidamente y por qué debe sentirte alentado por la respuesta de Dios a tu confesión.

Dios siempre opera en tu vida por fe. Es por eso que necesitas metas en tu vida, porque una meta es una declaración de fe. El pastor Rick explica en este mensaje cómo establecer una meta de “FE” para que no solo sueñes con algo, sino que trabajes en ello y lo logres con fe.

Si no pasas tiempo conociendo a Dios, te estás perdiendo el propósito número uno de tu vida. Satanás lo sabe, así que intentará mantenerte ocupado. En este programa, el pastor Rick te enseña por qué no puedes dar fruto en tu vida si no estás conectado a Jesús regularmente.

Si deseas un cambio duradero en tu vida, debes admitir con humildad: “Yo soy el problema”. En este mensaje, el pastor Rick usa el ejemplo bíblico de Jacob para ayudarte a comprender cómo Dios responde a tu quebrantamiento cuando eres honesto con Él y contigo mismo.

La mayoría de las personas se pierden de lo mejor de Dios porque se rinden demasiado pronto. El pastor Rick nos comparte en este mensaje las dos razones por las cuales Dios no responde a tus oraciones de inmediato y por qué, si de verdad quieres dejar que Dios cambie tu vida, tienes que esperar y no darte por vencido hasta que Dios te bendiga.

Cualquiera que sea el problema en tu vida, todo se reduce a dos cosas: 1.¿Confiarás en que Dios se encargará de la situación? Y 2., ¿obedecerás a Dios y harás lo correcto incluso si no tiene sentido? En este programa, el pastor Rick nos explica la raíz de tus conflictos y lo que necesitas decirle a Dios para que tus problemas puedan resolverse.

¡Es fácil distraerte espiritualmente! Es posible que hayas comenzado el camino hacia la recuperación, pero has recaído en tus antiguos patrones de dolor, culpa, vergüenza, hábitos, heridas y complejos. Acompaña al pastor Rick mientras nos comparte por qué necesitas hacer de Jesús tu GPS(guía-localizador) para toda la vida: tu punto de enfoque inmutable para que puedas volver a encaminarte.

Cada mañana, cuando te levantas, tienes que tomar una decisión: ¿quién va a estar a cargo de tu vida? Cuando eliges convertirte en el administrador de tu propia vida, esto causa conflicto, confusión y estrés. En este programa, el pastor Rick nos explica por qué necesitas dejar que Dios sea Dios y hacer de Jesús el administrador de tu vida.

Si deseas tomar decisiones saludables para estar bien e íntegro nuevamente, debes aprender a ser manso. El pastor Rick usa este mensaje para explicarnos la diferencia entre la mansedumbre y la debilidad y cómo liberar todo y permitir que Dios te ayude a reducir el estrés en tu vida.

Si vas a tener esperanza, tienes que ver quién es Dios realmente. Debes entender que Él no viene a tu vida para hacerte sentir juzgado, sino para hacerte saber que realmente le importas. En este mensaje, el pastor Rick explica por qué la “vara y el cayado” de Dios están destinados a consolarte y no a condenarte.

¿Conoces ese problema del que te gustaría deshacerte en tu vida? Nunca lo eliminarás por tu cuenta. Si pudieras, lo harías, pero no puedes, así que no lo harás. El pastor Rick nos comparte en este mensaje lo que debes hacer para estar bien, incluso si esto te pone incomodo.

Si Dios puede resucitar a una persona muerta, Él puede resucitar un matrimonio, una carrera o un sueño muerto. Dios puede sacar lo bueno de lo malo. ¡Él puede hacer milagros! En este programa, el pastor Rick nos habla sobre cómo Dios se especializa en convertir las crucifixiones en resurrecciones. ¡Pero tienes que pedirle ayuda!

La buena noticia es que tus malos hábitos, tus heridas y tus complejos pueden ser sanados. La mala noticia es que se necesita humildad. Santiago 4:6 dice: “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes” (NVI). En este mensaje, el pastor Rick nos comparte el hecho de que necesitas admitir sobre ti mismo, para que Dios pueda bendecir tu vida.