“[Moisés] Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios, a disfrutar de los efímeros placeres del pecado”. Hebreos 11:25 (NVI)
Ayer hablamos sobre cómo el conocer a Dios te ayuda a entender tu identidad. Hoy veremos cómo el conocer tu verdadera identidad, te ayuda a definir tus responsabilidades. Te ayuda a entender lo que Dios espera de ti —y lo que Él no quiere.
Yo aprendí hace mucho tiempo que Dios no espera que yo cante ópera. Si me escucharas cantar, sabrías por qué. Un día, cuando esté delante de Dios, no me va a juzgar por cómo canté. Cantar es un regalo que no me dio. No es lo que fui creado para hacer.
Hemos estado viendo la vida de Moisés. Dios planeó los sucesos de la vida de Moisés para prepararlo para liberar a la nación de Israel de la esclavitud en Egipto. Dios planeó que Moisés naciera esclavo, pero que se criara como realeza.
Cuando Moisés aprendió su identidad dada por Dios, su verdadera responsabilidad se hizo evidente. Ya no podía ignorar los gritos de las personas que sufrían. Eligió aceptar la responsabilidad de liberar a su pueblo de la esclavitud.
Hebreos 11:25 lo dice así: ” [Moisés] Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios, a disfrutar de los efímeros placeres del pecado”.
¿Qué pasa contigo? A medida que conoces mejor a Dios, te conoces mejor a ti mismo. A medida que te conoces mejor, entiendes tus responsabilidades dadas por Dios más claramente.
Algunas personas viven como si fueran responsables de todo. Eso lleva a la preocupación, es una señal de advertencia de que estás asumiendo demasiada responsabilidad. No eres responsable de todo. Pero sí eres responsable de ser lo que Dios te hizo ser. Romanos 14:12 lo dice así: “Cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios”.
Dios eligió a los padres de Moisés para que Moisés fuera un hebreo que pudiera liberar a su pueblo de la esclavitud. Dios usó a tus padres para hacerte único.
Muchas circunstancias de la vida de Moisés fueron difíciles, pero Dios las usó para bien. Lo mismo es verdad de ti. Dios eligió que nacieras, y puede usar cada detalle de tu vida para bien.
Tu elección es si le dirás sí a Dios y no a otras cosas. Moisés dijo no, a vivir como un príncipe egipcio. Dijo sí, a aceptar la responsabilidad dada por Dios.
A medida que aprendas tu identidad dada por Dios, tus responsabilidades se pondrán de manifiesto, también. Aprenderás cuándo decir no y cuándo decir sí. Conocer tu identidad definirá las cosas de las que eres responsable.
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