La Biblia está destinada a Transformarte, no solo a Informarte

Una vez me preguntaron cuál es la mejor traducción de la Biblia. Mi respuesta fue: “Cuando la traduces en tu vida”. De esto se trata el estudio de la Biblia. Si no estás traduciendo la Palabra de Dios en tu vida, no estás estudiando la Biblia de la manera en que Dios lo planeó.

Dios nos dio la Biblia para transformarnos, no solo para informarnos. Ella nos debe dar un corazón más grande y no una cabeza más grande. Santiago 1:22 dice: “No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.” (NTV).

En otras palabras, Dios quiere nuestras creencias transformadas en comportamiento.

Dios hace su propósito para la Biblia aún más explícito en 2 Timoteo 3:16-17: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.” (NTV)

El propósito de la Biblia va mucho más allá que mostrarnos lo que está mal en nuestras vidas o cómo deberíamos vivir. Dios nos dio su Palabra para transformar radicalmente nuestras vidas.

La Biblia se describe a sí misma de diferentes maneras. Por ejemplo, se llama a sí misma un martillo, una espada, un bisturí. Todas estas son herramientas diseñadas para hacer cambios radicales. Dios quiere que la Biblia cambie dramáticamente nuestras vidas.

La Biblia también describe la verdad de Dios como leche, agua, pan y carne. ¿Qué tienen en común todas estas cosas? Si no comes ni bebes regularmente, morirás. El plan nunca fue que viviéramos sin la Biblia.

La Biblia es esencial para nuestras vidas porque nos da vida. De hecho, la Biblia habla de Jesús como la Palabra de Dios. Juan 1:14 dice: “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.” (NTV). Dios te dio la Palabra Viviente, Jesús, para ser el autor y consumador de tu fe, y te dio la Palabra escrita para prepararte a vivir tu fe.