El Único Lugar para Encontrar Esperanza

“Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo”. Romanos 15:13 (NTV)

En 1927, un submarino estadounidense colisionó con una embarcación de la Guardia Costera frente a la costa de Provincetown, Massachusetts, y comenzó a hundirse. La Guardia Costera y la Armada enviaron buzos para evaluar el daño y comenzar una operación de rescate. Cuando los buzos se acercaron al submarino, escucharon a un marinero tocando el casco en código Morse. Él preguntó: “¿Hay esperanza?”.

Esa es una cuestión fundamental de la vida. Innumerables personas lo solicitan cada día de innumerables maneras: cuando se sientan en el consultorio del médico a la espera de los resultados de las pruebas, cuando una pareja dedica meses y meses a la consejería y no llega a ninguna parte, cuando vamos con un asesor fiscal en un tribunal de bancarrota o cuando una familia escucha sobre su niño desaparecido.

Puedes sobrevivir 40 días sin comida, tres días sin agua y ocho minutos sin aire. Pero no puedes durar ni un segundo sin esperanza. Es una parte esencial de la vida. Cuando la esperanza se va, la vida se acaba.

La mayoría de la gente busca esperanza en los lugares equivocados. Lo buscan en sus relaciones, en libros de autoayuda, en la religión o en sí mismos.

Pero solo hay un lugar para encontrar la verdadera esperanza. La Biblia dice que Dios es fuente de esperanza: “Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo” Romanos 15:13 (NTV).

Necesitas ese tipo de esperanza. Y solo está disponible a través de una relación con Jesucristo. Cuando confías en Él, el Espíritu Santo obra en ti para llenarte de esperanza, tendrás la confianza de que Dios tiene el control, te ama y está trabajando por tu bien.

Ese tipo de esperanza te sacará de la desesperación y te dará espacio para respirar.

Reflexiona sobre esto:

¿Cuándo, en el pasado has tenido dificultades para reconocer la presencia de Dios?
Si te has convertido en un seguidor de Jesús, ¿cómo ha cambiado tu vida al poner tu esperanza en Él?
¿Quién en tu vida está en medio de la desesperación y necesita que le recuerdes o le digas dónde se encuentra la esperanza?