Vive en el Gozo del Perdón
por Rick Warren — Abril 1, 2022
Si eres un seguidor de Jesús, el gozo debe ser una forma de vida. ¿Por qué? Porque has sido completamente perdonado. Ya no hay razón para la culpa o la vergüenza.
Me parece un buen motivo de alegría.
La Biblia dice: “Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús” Romanos 8:1 (NVI).
Romanos 8 se escribió originalmente en griego. La palabra traducida “no” es la negativa más fuerte posible en griego. Es como si Dios estuviera diciendo: “No, no, no, ni en mil años, ni en un millón de años, ni una oportunidad en tu vida”.
Todos cometemos errores. Pero Dios no quiere que vivas en constante auto condena, diciéndote constantemente: “Deberías ser mejor”.
Entonces, ¿cómo quiere Dios que manejes tu culpa? Al ser sincero y confesar tu error. Ve a Dios y dile: “Lo siento. Por favor perdóname”. Él borrará tu pecado.
¡Por eso Jesucristo murió en la cruz! Y no solo murió por los pecados que ya cometiste. También murió por los que aún no has cometido. Todos están cubiertos por la cruz.
Jesús tomó tu condenación. Por eso murió. Tus pecados han sido pagados. No tienes que volver a pagar por ellos.
Esa es la salvación y es tu motivo más importante de gozo. Es la alegría de una conciencia tranquila.
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Reflexiona sobre esto:
- Confesar tus pecados a Dios te ayuda a vivir con el gozo de una conciencia limpia. ¿Qué paso puedes dar para hacer de la confesión una práctica diaria?
- ¿Has aceptado la verdad que Dios te ha perdonado completa y totalmente? Si es así, ¿cómo te sientes cuando vives en esa verdad? Si no es así, ¿qué te impide aceptar esa verdad?
- ¿A quién le dirás esta semana sobre el total perdón de Dios?
¡Recibe hoy el gozo de la salvación!
La Biblia dice que los que creen en Jesús no tienen motivo de culpa ni vergüenza: “Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús” Romanos 8:1 (NVI).
Si estás listo para aceptar esa promesa y vivir en el gozo del perdón, entonces haz esta oración:
“Querido Jesús, me has prometido que, si creo en ti, todo lo que hice mal será perdonado y ya no seré condenado. En lugar de juzgarme, algún día me aceptarás en tu hogar eterno en el Cielo.
Confieso mi pecado y te pido perdón. Creo que eres Dios, mi Salvador. Te recibo en mi vida como mi Señor. Gracias porque no tengo que ganar, merecer o trabajar por tu perdón. Es tu regalo de gracia.
Hoy te entrego cada parte de mi vida. En lugar de vivir en vergüenza, quiero vivir en el gozo de tu salvación. Quiero usar el resto de mi vida para servirte en lugar de servirme a mí mismo. Humildemente te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. En el nombre de Jesús oro. Amén”.