Una Oración Diaria: Dios, Renuévanos

 

“Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida mediante tu palabra . . . ¡Anhelo obedecer tus mandamientos! Renueva mi vida con tu bondad”
Salmos 119:37, 40 (NTV)

La Biblia dice que Satanás no tiene miedo de tus planes. Él no tiene miedo de tu presupuesto o de tu estrategia. Y él no teme a tus actividades.

Pero satanás tiene miedo hasta la muerte de tus oraciones, porque es ahí donde te conectas con Dios. Y Satanás sabe que cuando Dios quiere hacer algo realmente bueno en tu familia, en tu trabajo, en tu iglesia o en nuestra nación, Dios comienza por motivarte a orar.

Así que, si vas a comprometerte en aprender como orar efectivamente, ¡más vale que te abroches el cinturón de seguridad! Nuestros corazones necesitan un despertar espiritual. La iglesia necesita avivamiento. Nuestra nación necesita a Dios. Las cosas suceden cuando las personas comienzan a orar juntas.


Reflexiona sobre esto:

Mientras creces en esta área, quiero que comiences orando dos versículos cada día:

“Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida mediante tu palabra … ¡Anhelo obedecer tus mandamientos! Renueva mi vida con tu bondad” (Salmos 119:37, 40 NTV).

“¡Restáuranos, oh Señor, y haz que regresemos a ti! ¡Devuélvenos la alegría que teníamos antes!” (Lamentaciones 5:21 NTV).

Ora y pide a Dios por tres cosas cada día mientras meditas en estos versículos: Renueva mi corazón, renueva mi familia en la iglesia y renueva nuestra nación.

Dios, tú eres bueno, eres un Padre bueno. Incluso cuando estoy en dolor, sigues siendo un buen Padre. Incluso cuando mis oraciones no son contestadas de la forma en la que quiero que sean respondidas, tu sigues siendo un buen Padre.

Ayúdame a recordar que tu plan para mi vida siempre es bueno y siempre debo elegir tu plan, no el mío. Ayúdame a recordar que tú siempre me das lo que necesito, no lo que merezco. Gracias porque no solo me has perdonado, sino también has derramado tu bondad en mí. Gracias por poner mi bien por encima de tu propio bien al morir por mí en la cruz. No escatimaste ni a tu propio hijo, así que puedo estar seguro de que me darás todo lo que necesite. Gracias por invitarme a vivir contigo por siempre en el cielo.

Y señor, aunque a veces no siempre lo entiendo, gracias porque no dices “si” a cada petición en oración. Me doy cuenta de que tus caminos son más altos que los míos, y muchas cosas no entenderé hasta que esté contigo en la eternidad.

Padre, renueva mi corazón. Renueva mi grupo pequeño y mi familia en la iglesia. Renueva nuestra nación, ¡Dios! Solo las personas que han cambiado pueden cambiar al mundo. Hago esta oración en el nombre de Jesús, Amén.

¿Has confiado en Jesús como tu salvador?

No importa lo que hayas hecho o donde hayas estado, puedes tener un lugar en la familia eterna, que está lista y esperando por ti. La invitación está hecha de par en par. Solo cree y recibe.

¿Estás listo? Esta es una oración con la que puedes comenzar:

“Querido Dios, yo sé que cuando muera voy a tener que dar cuenta de mi vida, directamente a ti. Confieso que te he ignorado. Sé que he pecado contra ti, y he vivido por mi plan y no el tuyo. Quiero cambiar, comenzando desde ahora. Quiero dejar mis pecados e ir hacia ti”.

Gracias por enviar a Jesús a morir por todo lo que he hecho mal en mi vida para que no tenga que pagar la pena de estar separado eternamente de ti. Yo sé que no merezco tu perdón. Sé que solo tu gracia puede salvarme. Señor. Nunca seré lo suficientemente bueno para entrar en un lugar perfecto.

Jesús, gracias por amarme tanto que tomaste toda mi culpa sobre ti. Tú me hiciste aceptable para el cielo, y humildemente te pido que me salves. Te pido que me salves de los pecados y de los hábitos que están destruyendo mi vida justo ahora. Creo en ti, Jesús. Y creo que puedes mantener tu promesa de salvarme instantánea, segura, completa y eternamente. En el nombre de Jesús. Amén”.

Si has hecho esta oración, por favor escríbeme y cuéntame en [email protected] me encantaría enviarte algunos materiales, mientras comienzas tu jornada con Jesús.


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