Tu Primer Paso en el Discipulado

“En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia” (Efesios 4:15 NTV).

La meta de tu padre celestial es que madures y desarrolles las características de Jesucristo, vivir una vida de amor y servicio humilde. Lamentablemente, incontables cristianos envejecen, pero nunca crecen.

Ellos se quedan en una infancia espiritual perpetua, necesitando pañales y botines. La razón es porque ellos nunca quisieron crecer. El crecimiento espiritual no es automático; es intencional y comprometido. Debes querer crecer, decidir crecer, hacer un esfuerzo por crecer y persistir en crecer.

El discipulado es el proceso de ser como Cristo, y siempre comienza con una decisión: “«Sígueme y sé mi discípulo», le dijo Jesús. Entonces Mateo se levantó y lo siguió” (Mateo 9:9 NTV).

Cuando los primeros discípulos eligieron seguir a Jesús, ellos no entendieron todas las implicaciones de su decisión. Ellos simplemente respondieron a la invitación de Jesús.

Eso es todo lo que necesitas para comenzar: Decidir ser un discípulo.


Reflexiona sobre esto:

  • Piensa en el momento cuando elegiste seguir a Jesús. ¿Qué entendiste sobre lo que significaba ser un creyente?
  • ¿Cuáles son algunas de las características de Jesús que Dios ha estado desarrollando en ti?
  • ¿Cómo quieres que Dios trabaje en tu vida? Toma un tiempo para orar, y pídele a Dios que te haga crecer en esas áreas –y para que tengas confianza y paciencia mientras Él lo hace en su tiempo.

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