Siempre debemos proteger la santidad de la vida, porque la vida humana revela el propósito de Dios y muestra la gloria de Dios.

Tú eres valioso, no importa quién seas o de dónde vengas. Y esta verdad es para cada hijo — no importa lo que la sociedad intente decirte hoy.

Ninguno de nosotros es perfecto, pero la Biblia nos dice que Dios acepta la responsabilidad por todos nuestros defectos genéticos, ¿lo sabias? No incluye los problemas en nuestras vidas que nos provocamos a nosotros mismos por nuestras pésimas elecciones tales como: comer de más, fumar o beber demasiado. Pero todas nuestras debilidades genéticas forman parte de nuestra F.O.R.M.A.

La Biblia dice en 1 Samuel 16:7 “El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón” (NTV).

Dios acepta la responsabilidad porque Él tiene una perspectiva más grande que cualquier humano. Él puede ver lo que nosotros no podemos. Y Él ama a cada uno de nosotros por nuestro potencial para hacer cosas grandes que ha planeado para nosotros, sin importar nuestras desventajas.

Dios no va a compararte con nadie más. Él te hizo para que fueras tú. Eres su obra maestra. Él va a ayudarte a alcanzar el potencial para el cual fuiste creado.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Con quién te has comparado?
• ¿Qué pasa con aquella persona que te hace pensar que él o ella es mejor que tú o que Dios lo(a) ama más que a ti?
• ¿Es suficiente para ti, el saber que Dios considera sagrada tu vida? ¿Por qué sí o por qué no?