Trabajando Juntos, Podemos Lograr Mucho Más

“Somos creación de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que Dios de antemano ya había planeado”. Efesios 2:10 (NBV)

Dios nos puso en la tierra para hacer un trabajo determinado que sólo nosotros podemos hacer. Efesios dice que Dios nos creó para buenas obras, y que tenía previsto de antemano lo que íbamos a estar haciendo en la vida. Sin embargo, Él no lo planeó para que lo hiciéramos solos. Necesitamos personas para trabajar juntos.

Tú sabes la sensación que se siente cuando se hace demasiado trabajo por nuestra propia cuenta. Terminamos agotados. ¿Por qué? Debido a que tú estás tratando de hacerlo solo, mientras que Dios nunca tuvo la intención de que fuera así.

En Eclesiastés 4:9 Dios nos dice que “Más valen dos que uno, pues trabajando unidos les va mejor a ambos” (PDT). Cuando se trabaja en equipo, producimos más. Además, ¡teniendo buenos compañeros de equipo junto a ti es mucho más divertido y menos agotador!

Imagínate lo siguiente: Cada uno de nosotros somos como un copo de nieve. Por nuestra cuenta, no podemos hacer una gran diferencia. Sin embargo, cuando un copo de nieve frágil se junta a otros copos de nieve, pueden detener el tráfico. Al igual que los copos de nieve, podemos hacer una gran diferencia si trabajamos juntos, cada uno de nosotros hacemos una pequeña parte.

¿Sabías que cuando trabajamos juntos aquí en la Tierra, en realidad estamos practicando para la eternidad? En el Cielo, todos vamos a tener que trabajar, pero cada uno de nosotros solo tendrá una pequeña parte de trabajo, por lo que nunca se sobrecargarán o cansarán. Nadie va a llevar una carga pesada, cada uno de nosotros hará su pequeña parte y todo el trabajo se completará.

Al caminar por la vida, recuerda que no debes hacer todo por tu cuenta. Necesitas que otras personas caminen a tu lado, pero también necesitas que otras personas trabajen a tu lado. Al compartir la carga de tu trabajo con otros cristianos, encontrarás que en realidad logran más para la gloria de Dios.

Reflexiona sobre esto:

¿Has estado tratando de realizar demasiado trabajo por tu cuenta? ¿Qué efecto ha tenido?
¿Cómo debe la Iglesia dar ejemplo de trabajar juntos para la gloria de Dios?
¿Cómo puedes hacer que la gente te ayude en el trabajo que Dios quiere que hagas? ¿Quién puede ayudar?