“Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí’ ”. Mateo 25:37-40 (NVI)
Justo antes de que Jesús muriera en la cruz, dijo: “Tengo sed” Juan 19:28 (NVI). Ese momento muestra su humanidad, significa, que Jesús era Dios viviendo entre nosotros como hombre.
La Biblia dice que los soldados romanos empaparon una esponja con vinagre y se la llevaron a los labios de Jesús. El vinagre estaba destinado a aliviar su sed.
¿No te hubiera gustado haber estado allí para poder darle agua a Jesús para calmar su sed? De hecho, probablemente habrías considerado un privilegio y una bendición servirle en ese momento.
Pero ese momento ya pasó hace mucho y no puedes ayudar a Jesús de esa manera. Lo que puedes hacer es ayudar en el nombre de Jesús, a quienes te rodean. En todo lugar hay personas que tienen sed espiritual y buscan un propósito y significado. Quieren saber qué hacer con sus vidas y si sus vidas tienen algún sentido.
Las personas necesitan saber que Jesús puede saciar su sed, que Él es lo que buscan cuando saltan de una cosa a otra. Necesitan saber que Él se encuentra con ellos en su depresión, desánimo y desesperación.
Jesús dice, que cuando sirves a otros, le estás sirviendo a Él. Entonces, cuando quieras hacer algo por Jesús, busca personas a tu alrededor que estén necesitadas. Jesús dijo: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí” Mateo 25:40 (NVI).
Siempre que le das de beber a alguien que tiene sed, se lo estás dando a Jesús. Lo mismo sucede cuando diriges hacia Jesús a los que tienen sed espiritual.
El amor en acción es cuando satisfaces las necesidades de otras personas en su sed —física, emocional o espiritual— por amor a Cristo, Él soportó la sed por ti en la cruz.
La única forma en que puedes servir a Dios es sirviendo a las personas y ayudando a otros en su nombre.
Entre las personas que te rodean ¿quiénes parecen tener sed espiritual? Pídale a Dios que te muestre quiénes son y la mejor manera de dirigirlos hacia Jesús.
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