Simplifica tu Vida para Hacer la Obra de Dios
por Rick Warren — Enero 18, 2024
Miles de personas me han dicho que, aunque quieren ser usados por Dios, están demasiado ocupados. Tienen sus propias agendas. Tienen sus planes, sueños y ambiciones, y no tienen tiempo para brindarle a Dios.
Si realmente quieres ser usado por Dios, tienes que decir: “Señor, ¿de qué debo desprenderme? ¿Qué necesito recortar de mi vida? ¿Qué barreras me están frenando, impidiéndome correr la carrera que has planeado para mí?”
Una de las mayores barreras son las distracciones. Jesús dijo en Lucas 9:62: “Jesús le respondió: —Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios” (NVI).
Estas son algunas de las muchas cosas que podrían distraerte de tu misión en la vida:
Las expectativas de otras personas. Tienes que decidir a quién vas a complacer primero en la vida. Solo puede tener un “número uno”.
Aficiones. No hay nada de malo en tener pasatiempos. Pero si te distraen de las cosas más importantes, entonces debes dejarlas ir.
Tu pasado. Tal vez no has dejado atrás tu pasado y te aferras a la culpa, el resentimiento o el dolor. Aquí está el problema con eso: cuando estás atrapado en el pasado, no puedes continuar con el presente, y ciertamente no puedes continuar con el futuro que Dios tiene para ti. Tu pasado es pasado. ¡Se acabó! Así que déjalo ir.
¿Qué necesitas soltar? La Biblia dice en 1 Corintios 10:23, “«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo” (NVI). ¿Qué significa eso? Muchas cosas no están necesariamente mal; simplemente no son necesarias. La vida es a menudo una elección entre “¿Voy a hacer algo bueno?” o “¿Voy a hacer lo mejor?”.
Si el diablo no puede hacerte una mala persona, te mantendrá ocupado. Él te mantendrá tan ocupado que no tendrás tiempo para las cosas importantes: el ministerio, la misión y el tiempo a solas con Dios.
No puedes hacerlo todo. ¡Así que haz lo que más importa! Simplifica tu vida y elimina las distracciones para que Dios pueda usarte.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son las cosas más importantes en tu vida?
- Piensa en algunas de las cosas buenas que has puesto primero en tu vida. ¿Alguna de ellas te ha distraído de lo mejor que Dios tiene para tu vida?
- ¿Por qué crees que es tan fácil distraerse con cosas aparentemente buenas que no son las mejores de Dios?
Haz de Dios tu “número uno” hoy
¿Has vivido una vida tan distraída que nunca te has detenido a ocuparte de lo más importante: tu salvación? Si estás listo para dejar de lado esas distracciones y vivir para Jesús, comienza orando esto:
“Querido Dios, quiero tener una fe real, profunda y permanente en ti y vivir para lo que importa. Confieso que he pecado y he vivido una vida llena de distracciones. Necesito tu perdón y misericordia. Gracias por amarme tanto que enviaste a Jesús a morir por mis pecados, para que yo pueda ser perdonado.
Jesús, prometiste que todo el que cree en ti no se perderá, sino que tendrá vida eterna y la eternidad contigo en el cielo. Creo en ti y te acepto como mi Señor y Salvador. Quiero seguirte y pasar el resto de mi vida sirviéndote. Amén”.