En el devocional de ayer, hablamos de siete facetas de la misericordia. Hoy quiero que consideres algunas preguntas de aplicación personal para cada uno de estos aspectos. Te desafío a realizar un acto de misericordia intencional en cada una de estas categorías esta semana.

¿Acaso no hay una tensión entre la misericordia y la propia conciencia? Sí, la hay. Pero personalmente he decidido que si voy a equivocarme, voy a equivocarme en ser demasiado amable, demasiado misericordioso y demasiado tolerante. Prefiero excederme en la misericordia; sólo hay que ver lo que hizo Jesús en la cruz.

Entonces, ¿cómo vas a ser misericordioso?

1. Sé paciente con las debilidades de las personas. ¿Qué persona en tu vida es irritante? ¿Cómo puedes practicar la paciencia con esa persona esta semana?
2. Ayuda a quien te rodea que está sufriendo. Fíjate en quiénes están sufriendo a tu alrededor y busca la manera de ayudarlos esta semana. Si no encuentras a nadie, es que no estás prestando atención. Observa más de cerca.
3. Dale a las personas una segunda oportunidad. ¿Quién en tu vida necesita una segunda oportunidad? ¿Cómo puedes mostrarle a esa persona misericordia y compasión esta semana?
4. Haz el bien a los que te hacen daño. Tal vez estés sufriendo una herida del pasado que no has podido olvidar. Elige perdonar y convertirla en algo bueno. ¿Quién es esa persona en tu vida? ¿Harás una llamada telefónica o una visita esta semana?
5. Sé amable con los que te ofenden. ¿Quién te ofende? Tal vez sea un político o un comediante por el que puedas orar. Tal vez sea un amigo de Facebook que tiene opiniones diferentes y dice cosas bastante ofensivas. ¿Cómo puedes mostrarte intencionalmente amable con esa persona esta semana?
6. Construye puentes de amor hacia los que no son populares. ¿Qué persona es la primera que te viene a la mente cuando piensas en un marginado? ¿Quién se pasa la hora del almuerzo comiendo solo o no parece tener amigos en los partidos de fútbol? ¿Qué cosa específica harás esta semana para tender un puente de amor entre tú y esa persona?
7. Valora las relaciones por encima de las reglas. ¿A qué incrédulo podrías invitar a cenar en las próximas semanas? ¿Darás el paso para invitar a esa persona a la iglesia? Este es tu ministerio de misericordia.

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¿Harías hoy esta oración?

“Padre celestial, tu palabra me convence. Quiero tu bendición en mi vida, y quiero ser una persona misericordiosa. Cuando miro estas siete cosas, pienso en deficiencias y debilidades en mi propia vida. Oro para que, en lugar de solo escuchar la Palabra, haga algo al respecto. Dame el valor de ser misericordioso. Dame la fuerza esta semana para salir en fe y hacer actos de misericordia radicales y premeditados que dirija a otros hacia ti. En el nombre de Jesús. Amén”.

Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.