Si quieres Cambiar tu Vida, comienza con Tu Cuerpo
por Rick Warren — Noviembre 16, 2021
Para que el cambio ocurra en cualquier área de tu vida, ya sea financiera, vocacional, educativa, mental o relacional, tienes que comenzar por lo físico.
¿Por qué? Porque tu cuerpo afecta tu comportamiento. Tus músculos afectan tu ánimo y tu motivación. Tu fisionomía de hecho puede afectar tu psicología.
Romanos 12:1 dice, “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios” (NVI).
El problema con un sacrificio vivo es que puede elegir arrastrarse fuera del altar. Hacemos esto todo el tiempo. Nos ofrecemos a Dios, y luego nos retractamos. Esto no es una oferta que se hace una vez para siempre. ¡Hay que hacerlo cuatro, cinco o quizás diez veces al día!
¿Así que cuál es tu “verdadera y adecuada adoración”? Hay tres cosas que puedes hacer con tu cuerpo que la Biblia dice que son actos de adoración:
- Purifica tu cuerpo. La Biblia dice en 2 de Corintios 7:1, “Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación” (NVI). Purificas tu cuerpo controlando lo que permites en tu mente a través de lo que ves y escuchas y en tu cuerpo por lo que comes y bebes.
- Cuida tu cuerpo. Efesios 5:29 dice, “pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia” (NTV). Mantener tu cuerpo en forma es un acto de adoración.
- Controla tu cuerpo. “Que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa” 1 Tesalonisenses 4:4 (NVI). Controla tu cuerpo de tal forma que no te controle a ti. No hay razón para decir, “¡no me pude resistir!”
No importa el tipo de cambio que desees hacer en tu vida, siempre va a requerir energía. Para tener energía para alcanzar tus metas, el cambio debe comenzar con tu cuerpo.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son las formas prácticas en las que puedes honrar a Dios a través de tu cuerpo hoy?
- ¿Cuáles son las cosas pequeñas en las que necesitas trabajar para controlar tu cuerpo? ¿Cuáles son las cosas grandes?
- ¿Cómo es que Cristo “alimenta y cuida a su iglesia”? ¿Por qué piensas que Dios desea que hagas lo mismo con tu cuerpo?