El fracaso nunca es definitivo. Nunca fracasas hasta que abandonas, ¡y siempre es demasiado pronto para abandonar!

No se determina la grandeza de una persona por su talento, riqueza o educación. La grandeza de una persona se determina por lo que se necesita para desanimarla.

Entonces, ¿qué hace falta para desanimarte de ir tras tu sueño? Puede ser tan simple como que un amigo o un familiar te diga: “No creo que sea una buena idea”.

La Biblia dice en Gálatas 6:9: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”.

¿Quieren saber cuántas veces he querido renunciar a la Iglesia Saddleback? Cada lunes por la mañana, cuando pienso: “Dios, seguramente alguien podría haber hecho un mejor trabajo que el que yo hice ayer. Esto es demasiado grande para una sola persona”.

Dios dice: “Sigue adelante”. Puede que a veces no sea muy brillante, pero no sé cómo renunciar; no sé cómo rendirme.

Dios trabaja en tu vida según tu fe. La Biblia dice: “Sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6 (NVI) y “todo lo que no se hace con la convicción que da la fe, es pecado” Romanos 14:23 (DHH) y “Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen” Mateo 9:29 (DHH).

Entonces, ¿qué estás haciendo en fe? Necesitas preguntarte cada día al levantarte: “Dios, ¿qué puedo hacer hoy que requiera fe?”. Pasa tu día escuchando y obedeciendo la respuesta de Dios a esa pregunta, y tu vida le será agradable.

Hay muchas cosas en tu vida sobre las que no tienes control. No puedes controlar quiénes son tus padres, cuándo naciste, o cuál es tu raza o nacionalidad. No puedes controlar los dones y talentos que te han sido dados.

Pero sí tienes control total sobre cuánto decides creerle a Dios.

Dios utiliza a las personas que esperan que Él actúe, que nunca se rinden, que se arriesgan en la fe, que consiguen su sueño y van tras él. Es tu decisión si quieres ser el tipo de persona que Dios usa para lograr Su propósito.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Qué cosas te desaniman de perseguir los sueños que Dios te ha dado? ¿Cómo crees que Dios quiere que respondas a esas circunstancias?
• ¿A quién conoces que no haya renunciado a perseguir los sueños que Dios le dio, incluso cuando tenía razones para rendirse? ¿Cómo han alentado tu fe?
• ¿Qué te pide Dios que hagas hoy que requiera fe?

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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; Haz esta oración.