¿Qué Pasa cuando Haces lo que Sabes que está Mal?

 

“Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto” (Proverbios 10:9 NVI).

La Biblia dice en Proverbios 10:9, “Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto” (NVI). ¡Serás descubierto! Así que, cuando tomes decisiones, necesitas la prueba de integridad.

La prueba de integridad consiste en que tu vida pública y tu vida privada concuerden –lo que está en tu corazón y lo que está en tu vida, sean la misma cosa. Pregúntate: “¿Quisiera que todos supieran sobre esta decisión que estoy tomando?”. La verdad es, cuando se trata de integridad, aun cuando engañas a todos, no te puedes engañar a ti mismo. Y si violas tu propia consciencia, tienes que pagar por ello.

Algunas veces sabemos que estamos a punto de hacer lo incorrecto. Sabemos que no deberíamos hacerlo, pero este pensamiento viene a nuestra mente: “Yo sé que estoy haciendo algo incorrecto, pero lo haré de todas formas porque sé que Dios es un Dios perdonador”

¿Crees que puedes hacer algo que Dios dice que está mal y no sufrir las consecuencias en tu vida? Esa es la única razón por la que él no quiere que tomes esa decisión –porque él te ama, no porque él quiera evitar que te diviertas. Dios sabe que hay consecuencias para cada decisión. Él conoce que cada mala decisión deja una cicatriz en tu vida. Y quiere lo mejor para ti.

¿Esto significa que Dios no nos perdona por las cosas malas que hacemos? Por supuesto que él nos perdona. Él es un Dios perdonador y clemente. Pero el perdón no nos libra del dolor y de las consecuencias que vienen a partir de las malas decisiones. Puedes ser perdonado y aún tener arrepentimientos. Puedes ser perdonado y todavía enfrentar el dolor. Puedes ser perdonado y todavía tener relaciones rotas.

Romanos 14:14, dice “… pero si alguien piensa que algo es impuro, lo es para él” (TLA). Este versículo simplemente dice que cuando tengamos duda, no lo hagamos. Es una violación de la prueba de integridad. Lo que no proviene de la fe en nuestra vida, es pecado.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo se afecta tu integridad cuando sabes hacer lo correcto, pero no lo haces?
  • ¿Por qué el juego de la comparación es tan peligroso cuando se trata de integridad? ¿Cómo aplicas Romanos 14:14?

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