¿Qué Harás Hoy Que Requiera Fe?
por Rick Warren — Noviembre 16, 2024
El fracaso nunca es definitivo. Nunca eres un fracaso hasta que te rindes, ¡y siempre es demasiado pronto para rendirse! No se determina la grandeza de una persona por su talento, su riqueza o su educación. Se determina la grandeza de una persona por lo que se necesita para desanimarla.
Entonces, ¿qué se necesita para desanimarte de perseguir tu sueño? Puede ser tan simple como que un amigo o familiar te diga: “No creo que sea una buena idea”.
La Biblia dice en Gálatas 6:9: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos” (NVI).
¿Quieres saber cuántas veces quise renunciar a la Iglesia Saddleback? Cada lunes por la mañana pensaba: “Dios, seguramente alguien podría haber hecho un mejor trabajo que el que hice ayer. Esto es demasiado grande para una sola persona”.
Y es como si Dios dijera: “Sigue adelante”. Puede que a veces no sea muy brillante, pero no sé cómo rendirme. No sé cómo darme por vencido.
Dios obra en tu vida según tu fe. La Biblia dice:
“Sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6 (NVI).
“Todo lo que no proviene de fe es pecado” Romanos 14:23 (RVA-2015).
“Que se haga con ustedes conforme a su fe” Mateo 9:29 (NVI).
Entonces, ¿qué estás haciendo con fe? Debes preguntarte todos los días cuando te levantes: “Dios, ¿qué puedo hacer hoy que requiera fe?” Esa es una pregunta importante, porque vivir cada día por fe agrada a Dios.
Hay muchas cosas en tu vida sobre las que no tienes control. No controlas quiénes fueron tus padres, cuándo naciste, dónde naciste o cuál es tu raza o nacionalidad. No controlas qué dones y talentos recibiste. No decides cómo te ves.
Pero sí tienes control total sobre cuánto eliges creerle a Dios. Dios usa personas que esperan que Él actúe, que nunca se dan por vencidas, que toman riesgos con fe, que van tras el sueño que Él les ha dado.
¿Quieres ser el tipo de persona que Dios usa para cumplir su propósito? ¡No dejes que nada te desanime de seguir Su sueño!
Reflexionemos sobre esto:
- ¿Qué cosas te desaniman y te impiden alcanzar tus metas?
- ¿Cómo crees que Dios quiere que respondas a esas circunstancias?
- ¿Qué acto de fe te pide Dios que hagas hoy?