Prepara tu Corazón para la Palabra de Dios
por Rick Warren — Febrero 1, 2017
“Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.” Santiago 1:19b-21 (NVI)
Digamos que eres un jardinero. Has aprendido que puedes tomar exactamente la misma semilla y plantarla en tres lugares diferentes y obtener tres resultados diferentes. En un lugar, obtendrás tomates gigantes. En otro, obtendrás pequeños tomates. Y en un tercero, no obtendrás nada. ¿Cuál es la diferencia? No es la semilla; Es el suelo. El suelo debe prepararse para la semilla.
Lo mismo sucede cuando escuchas la Palabra de Dios. Tu corazón tiene que estar preparado para la Palabra. ¡Si te levantas tarde, tienes problemas para encontrar un lugar para estacionar, y te irritas cuando te precipites a la iglesia, probablemente no vas a escuchar la voz de Dios! No estás de humor para recibirla.
Es por eso que puedes llevar a dos personas a la iglesia, ponerlas de lado a lado, y uno saldrá pensando que Dios realmente le habló y el otro no obtendrá nada fuera del servicio. El corazón de una persona estaba preparado; el corazón del otro no lo estaba.
La Biblia dice: “Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida” (Santiago 1:19b-21 NVI).
Para una buena acogida, este pasaje enseña que hay que tener cuatro actitudes: