¿Por qué puedes aferrarte a la esperanza… pase lo que pase?

¿Alguna vez estuviste persiguiendo un sueño que Dios te dio, sólo para encontrarte de repente en un callejón sin salida? Si es así, ¡estás en buena compañía! La Biblia está llena de personas que llegaron a un callejón sin salida y luego encontraron a Dios allí para liberarlos.

¿Pero cómo sabes que estás en un callejón sin salida? Estás en un callejón sin salida cuando la situación pasa de difícil a imposible, cuando no hay esperanza, cuando no hay salida, cuando no te quedan alternativas.

Abraham estaba en un callejón sin salida cuando él y su esposa se acercaban a los 100 años y aún no habían tenido el bebé que Dios les prometió (Génesis 18:10-14). Los israelitas se encontraban en un callejón sin salida cuando el Mar Rojo estaba frente a ellos y los ejércitos del Faraón detrás (Éxodo 14). Los seguidores de Jesús estaban en un callejón sin salida cuando murió en la cruz (Lucas 24:17; Juan 20:11).

Cuando llegas a un callejón sin salida, empiezas a preguntarte cosas como: “¿Qué está pasando aquí, Dios? ¿Me he perdido tu plan? ¿Es esto algo que se me ha ocurrido a mí y no es tu sueño?”.

Incluso el apóstol Pablo se enfrentó a callejones sin salida: “Hermanos en Cristo, queremos que conozcan los problemas y sufrimientos que tuvimos en la provincia de Asia. Fueron tan tremendos que casi no pudimos soportarlos, y hasta creímos que íbamos a morir. En realidad, nos sentíamos como los condenados a muerte. Pero eso nos ayudó a confiar en Dios, que puede hacer que los muertos vuelvan a la vida, y no a confiar en nosotros mismos” 2 Corintios 1:8-9 (TLA).

Pablo lo sabía: Si Dios puede resucitar a personas muertas físicamente, también puede resucitar a personas muertas emocionalmente. Puede resucitar un matrimonio muerto. Él puede resucitar una carrera muerta. Puede resucitar un problema de salud y mejorarlo.

Si Dios puede resucitar a los muertos, puede hacer cualquier cosa.

Durante mis años como pastor de la Iglesia Saddleback, nos encontramos en muchos callejones sin salida. Perdimos dinero y oportunidades; por muchos años, nos mudamos de un lugar a otro, reuniéndonos en 57 lugares diferentes a través de los años. Pero todos esos callejones sin salida eran parte del plan de Dios, y cada vez nos liberó.

Si estás en un callejón sin salida, estás exactamente donde Dios quiere que estés. Dios sabe dónde estás. Conoce cada cabello de tu cabeza. Él te tiene en ese callejón sin salida por un propósito.

¿Cuál es la mejor respuesta a un callejón sin salida? Sigue el ejemplo de Pablo y espera confiadamente en Dios para ser liberado: Él nos libró… y él seguirá librándonos” 2 Corintios 1:10 (NVI).

Puedes confiar en que, al final, Dios entra y libera. Él proporciona una solución. Hace un milagro. En el caso de Moisés, Dios dividió el Mar Rojo. Abraham y Sara concibieron milagrosamente. Y Jesús resucitó.

Recuerda lo que Dios ha hecho… y cree que lo volverá a hacer. Aférrate a la esperanza. La liberación viene.

Pastor Rick

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