Por qué Orar es más Importante que por lo que Oras

Si esperas que Dios bendiga tu vida, debes estar dispuesto a bendecir la vida de otras personas con los mismos beneficios que Dios te ha dado. Una de las condiciones para la oración contestada es la disposición de ayudar a quienes son menos afortunados con las bendiciones que nos han sido dadas.

Proverbios 21:13 dice, “Quien cierra sus oídos al clamor del pobre llorará también sin que nadie le responda” (NVI). Dios dice que, si ignoramos a aquellos que están en obvias dificultades alrededor de nosotros, ¿Qué derecho tenemos de esperar que él nos rescate?

Dios quiere que seamos como él, y Dios es amor. Una de las formas en las que probamos que tenemos amor es que estemos dispuestos a ser generosos con otras personas. El principio de la cosecha se repite a través de la Escritura: Dios nos bendice para que podamos ser una bendición a otras personas.

Por ejemplo, debemos pedirle a Dios buena salud, pero ¿Qué que vamos a hacer con ese cuerpo saludable después de que lo obtengamos? ¿Estamos orando solo para ayudarnos a nosotros mismos, o estamos orando para que también podamos ayudar a otras personas? Cuando le pedimos a Dios que bendiga nuestros negocios o carreras, ¿Estamos dispuestos a devolver una porción de lo que Dios nos dado?

La Biblia dice en Santiago 4:3 “Cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones” (NVI). El motivo es importante en la oración. El por qué tu oras es más importante que aquello por lo que oras.

¿Es posible orar por las cosas correctas con el motivo incorrecto? Seguro. No te estoy diciendo que nunca deberías orar por tus necesidades personales. Jesús dijo que oráramos, “Danos el pan nuestro de cada día” en Marcos 11, Él dijo que incluso puedes orar por lo que deseas. Pero tienes que revisar tu motivación. ¿Estás dispuesto a compartir tu bendición con otras personas, o vas a acumularlo todo para ti?

Dios no está interesado en simplemente satisfacer nuestro egoísmo. Las condiciones de la oración es una honesta relación con Dios, una actitud de perdonar a otras personas, y estar dispuesto a compartir la bendición de Dios con otras personas. Dios nos ama y nos enseña como orar de una forma efectiva.