¿Por qué no dejo que Dios tome el control?
por Rick Warren — Enero 7, 2020
Estás controlado por algo cada día. Puedes ser controlado por tu propio ego o por las expectativas de otras personas. Tú puedes ser controlado por el miedo o la culpa o el resentimiento o la amargura. Tú puedes ser controlado por una sustancia o un hábito. Pero tú estás controlado por algo todos los días.
La libertad viene cuando eliges lo que te va a controlar. Cuando tú eliges a Jesucristo para estar en control de tu vida, cuando tú eres dominado por el Maestro, tú puedes dominar todo lo demás. Si Dios no es el número uno en tu vida, algo más lo es y te controlará negativamente. Cuando Cristo controla tu vida, Él siempre te mueve en la dirección correcta.
Romanos 6:12-13 dice: “No permitan que el pecado controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos. No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios” (NTV).
¿Cuáles son los pasos para dejar que Cristo tenga el control?
- Admitir que has estado tratando de jugar a ser Dios.
- Reconocer que no puedes cambiar por tu cuenta.
- Humildemente pide a Dios que te ayude a cambiar.
- Sé honesto con alguien sobre las cosas que necesitas cambiar en tu vida.
- Dale a Jesucristo la propiedad total de tu vida.
¿Realmente quieres cambiar? ¿Estás dispuesto a hacer estas cosas? Tú dices, “estoy tan cansado de intentar y fallar”. Deja de intentar, en su lugar, comienza a confiar. Dios te da la opción de depender de Él o depender de ti mismo. El resultado es libertad o frustración.
¿Por qué no darlo todo a Cristo? ¿Qué puedes perder?
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué rasgos de carácter o circunstancias te impiden darle el control de tu vida a Dios?
- ¿De qué manera has estado tratando de interpretar a Dios?
- ¿Qué crees que significa entregarte completamente a Dios?