Pero puedes elegir cómo reaccionar a lo que la vida pone en tu camino, puedes enojarte, estresarte, hundirte en la depresión cuando vengan los maltratos – o puedes responder con gracia.

La decisión siempre es tuya. La Biblia dice: “Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan” (Proverbios 29:11 NTV). Para vivir de manera responsable, debemos poner nuestra mente en marcha antes de poner nuestra boca en marcha. Debemos pensar antes de actuar.

Cuando otros causan dolor en nuestras vidas, a menudo respondemos tratando de vengarnos. Irónicamente, en nuestro esfuerzo por “vengarnos” de esa persona que nos ha hecho mal, nos hundimos al nivel de esa persona.

Dios nos llama a una respuesta mucho mayor: al perdón.

Cuando eres maltratado, la reacción adecuada no es explotar o encerrarnos en nosotros mismos, las dos reacciones son irresponsables. En cambio, Dios nos llama a responder a los maltratos con calma, amor y verdad.

Esta es la conclusión: confía en Dios que el resolverá el problema, Él tiene mejores recursos para hacerlo que tú.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Qué estrategias puedes usar cuando estás herido, para no reaccionar sin pensar?
• ¿Por qué aprender a controlar tus reacciones es una cuestión de fe?
• ¿Cómo pueden otras personas en tu vida hacerte rendir cuantas a medida que aprendes a controlar tus reacciones de manera más responsable?