La ira confunde a muchas personas en nuestro mundo de hoy. Simplemente no sabemos cómo manejar nuestra ira como lo hicimos en el pasado. Una de las respuestas más simples, pero más profundas en la Biblia para nuestra ira está en: Proverbios 29:11 “Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan” (NTV).
Piensa antes de hablar. No precipitarse es un tremendo remedio para el enojo. No necesitas esperar indefinidamente. Si tienes un problema que debe resolverse, se debe arreglar. El enojo guardado indefinidamente se convierte en amargura. Eso es peor que la ira. Enojarse no siempre es un pecado. La amargura si lo es.
Si respondes impulsivamente, tiendes a responder enojado. Si esperas para hablar sobre cualquier conflicto que estés enfrentando, serás más racional y razonable. Cuanto más tiempo controles tu temperamento, mejor será tu respuesta. Date un tiempo para pensar.
Cuando surge un conflicto y te das un tiempo ¿en qué deberías pensar?
Considera estas cinco preguntas:
Antes de hablar: Reflexiona antes de reaccionar. Te ayudará a disminuir tu enojo en todo momento.
Reflexiona sobre esto:
“De nada sirve que ustedes se levanten muy temprano, ni que se acuesten muy tarde,…
One of the most powerful stories of prayer and recovery is found in the book…
“En verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce”. Salmo 23:2 (NVI)…
No matter how badly you think you’ve messed up in life, recovery is possible with…
“No se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones.…
How is your perspective these days? You may be living with a sense of contentment…