Piensa Antes de Hablar con Enojo

“Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan” (Proverbios 29:11 NTV).

La ira confunde a muchas personas en nuestro mundo de hoy. Simplemente no sabemos cómo manejar nuestra ira como lo hicimos en el pasado. Una de las respuestas más simples, pero más profundas en la Biblia para nuestra ira está en: Proverbios 29:11 “Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan” (NTV).

Piensa antes de hablar. No precipitarse es un tremendo remedio para el enojo. No necesitas esperar indefinidamente. Si tienes un problema que debe resolverse, se debe arreglar. El enojo guardado indefinidamente se convierte en amargura. Eso es peor que la ira. Enojarse no siempre es un pecado. La amargura si lo es.

Si respondes impulsivamente, tiendes a responder enojado. Si esperas para hablar sobre cualquier conflicto que estés enfrentando, serás más racional y razonable. Cuanto más tiempo controles tu temperamento, mejor será tu respuesta. Date un tiempo para pensar.

Cuando surge un conflicto y te das un tiempo ¿en qué deberías pensar?

Considera estas cinco preguntas:

  1. ¿Es esto verdad? ¿Lo que voy a decir es cierto?
  2. ¿Va servir de ayuda o dañará a la otra persona?
  3. ¿Es inspirador? ¿Es edificante o destructivo?
  4. ¿Es necesario? Y si no es necesario, ¿por qué tengo que decirlo?
  5. ¿Es esto amable?

Antes de hablar: Reflexiona antes de reaccionar. Te ayudará a disminuir tu enojo en todo momento.

Reflexiona sobre esto:

  • Piensa en un conflicto reciente. ¿Habría ayudado más a la situación pensar antes de responder?
  • ¿Qué pregunta se te hace más útil cuando estás enojado?
  • ¿Cuál es tu mayor reto cuando estás enojado y tienes que pensar antes de responder?

Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.