Para Ser tu Mejor Versión, Dale lo Mejor a Dios
por Rick Warren — Febrero 1, 2024
Cuando Timoteo se unió a Pablo en su viaje misionero, Timoteo era todavía muy joven. Pablo lo envió a una ciudad llamada Éfeso para ayudar a iniciar y dirigir una iglesia. Aunque Timoteo luchó con el miedo, Dios lo usó.
Aquí hay tres lecciones que puedes aprender de Timoteo sobre cómo cumplir con el llamado de Dios en tu vida.
Desarrolla los dones que Dios te dio.
La Biblia dice: “No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza. . . No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos. Presta suma atención a estos asuntos. Entrégate de lleno a tus tareas, para que todos vean cuánto has progresado” 1 Timoteo 4:12, 14-15 (NTV).
Pablo también le dijo a Timoteo que “Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina” 2 Timoteo 1:6-7 (NTV).
Como creyente, tienes la responsabilidad durante toda tu vida de desarrollar los talentos y dones que Dios te ha dado.
Niégate a distraerte.
Pablo le dice a Timoteo en 1 Timoteo 4:16: “Ten mucho cuidado de cómo vives y de lo que enseñas. Mantente firme en lo que es correcto por el bien de tu propia salvación y la de quienes te oyen” (NTV).
Es fácil desviarse por el deseo de construir tu negocio, tu familia, tu carrera o tus ahorros. Y mucha gente pierde incontables horas de su vida en el Internet y en sus teléfonos. Como seguidor de Jesús, debes enfocarte en mantener las cosas más importantes para poder cumplir con tu llamado.
Dale a Dios lo mejor de ti.
La Biblia dice: “Pelea la buena batalla por la fe verdadera. Aférrate a la vida eterna a la que Dios te llamó y que declaraste tan bien delante de muchos testigos” 1 Timoteo 6:12 (NTV). Dios te ha llamado a una tarea específica, y solo se puede lograr cuando le das lo mejor de tu tiempo, esfuerzo, dones y enfoque.
Pablo dice acerca de Timoteo: “No cuento con nadie como Timoteo, quien se preocupa genuinamente por el bienestar de ustedes” Filipenses 2:20 (NTV). ¿Te imaginas un epitafio mayor? No había nadie más en el mundo como Timoteo. Estaba enfocado. Estaba comprometido con el llamado de Dios en su vida. Nadie podía distraerlo ni desanimarlo, y le dio a Dios lo mejor de sí.
A medida que le das lo mejor a Dios y sigues tu llamado, Dios también sacará lo mejor de ti.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo estás desarrollando los dones que Dios te ha dado?
- ¿De qué manera puedes eliminar las distracciones que te impiden concentrarte en tu llamado?
- ¿A qué tareas diarias das lo mejor de ti? ¿Das el mismo esfuerzo a tu ministerio y llamado?