¿Para qué Seguir Orando cuando no hay Respuesta?

 

“Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones”.  Efesios 6:18b (NTV)

¿Por qué debes ser persistente en la oración, a pesar de que no tengas respuesta? Hay cuatro razones.

La oración persistente enfoca tu atención.

Cuando tienes una petición y oras por ello una y otra vez, no es para recordarle a Dios. ¡Él no necesita que le recuerden! Es para recordarte a ti mismo cual es la fuente de donde proviene la respuesta y la de todas tus necesidades. Si todas las oraciones que has hecho fueran contestadas de manera instantánea, dos cosas serían ciertas. Primera, la oración sería un arma de destrucción en tu vida. Y, nunca pensarías en Dios, porque se convertiría en tu máquina expendedora. Si cada vez que oras, tú recibieras inmediatamente resultados, solamente pensarías en la bendición. Dios quiere que pienses en el que bendice.

La oración persistente aclara tu petición.

Una respuesta que se demora te da tiempo de aclarar exactamente lo que quieres y clarificar tus oraciones. Cuando oras persistentemente a tu Padre Celestial y dices algo una y otra vez, separa profundos anhelos de simples caprichos. Dices, “Dios verdaderamente esto me importa”.

No es que Dios no quiera contestar tus oraciones, Él quiere. Solamente quiere que estés seguro de que eso es lo que realmente quieres.

La oración persistente prueba tu fe.

Santiago 1:3-4 dice, “Siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada” (NTV). La única forma que tienes para madurar espiritualmente es que tu fe sea probada. Una de las formas en que Dios va a probar tu fe es retardando la respuesta a tus oraciones

La oración persistente prepara tu corazón para la respuesta.

Cuando le haces una petición a Dios, Dios casi siempre quiere responder de una mejor y más abundante forma de lo que pediste en oración. Algunas veces Dios te niega tu petición porque piensas y pides muy poco. Él te quiere dar algo más grande y mejor. Pero primero te tiene que preparar para ello. Así que Dios usa la demora para contestar tu oración para ayudarte a crecer, para ayudarte a estar listo, para prepararte para una respuesta más grande y mejor.

Recuerda, “Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!” (Efesios 3:20b TLA).

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Qué has estado orando por largo tiempo? ¿En qué forma necesitas clarificar tu petición?
  • Si Dios te está probando ahora demorando la respuesta a tu oración, ¿cómo puedes mostrarle que estás dispuesto a crecer y aceptar su voluntad y propósito para ti?
  • Piensa en algo por lo que oraste muchos años y que Dios nunca concedió. ¿Cómo te diste cuenta de que esta negativa en realidad es una bendición en tu vida?

Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.