Para Obtener una Visión de la Palabra de Dios, Aprende a Meditar en Ella

“Que no se aparte nunca de tu boca este libro de la ley. Medita en él día y noche y obedécelo al pie de la letra. Solamente así tendrás éxito”. Josué 1:8 (NBV)

Hay tantas cosas que puedes hacer para desbloquear los dones que ofrece la Biblia. Puedes leer las Escrituras, estudiarlas y memorizarlas. Pero también debes meditar en ella.

2 Timoteo 2:7 dice: “Reflexiona en lo que te digo, y el Señor te dará una mayor comprensión de todo esto” (NVI).

Cuando reflexionas sobre la Biblia, cuando meditas en ella, Dios te da más información sobre su Palabra.

¿Qué significa meditar? Simplemente significa pensar seriamente en algo. Significa que comprometes tu mente.

¿Te preguntas cómo meditar? Si sabes cómo preocuparte, sabes cómo meditar. La preocupación es simplemente meditación negativa. Cuando te preocupas, tomas un pensamiento negativo y lo repites una y otra vez en tu mente. Y cuanto más te preocupes, más grande será tu pensamiento.

En la meditación, haces lo mismo con las Escrituras: repasas una y otra vez un pasaje de la Biblia en tu mente. Pero a diferencia de la preocupación, meditar en las Escrituras produce resultados positivos.

Una de las formas en que puedes meditar en las Escrituras es haciendo lo que yo llamo “pronunciarlo“. Lee un versículo de la Biblia en voz alta, una y otra vez. Cada vez que lo digas, enfatizas en una palabra diferente.

Tomemos como ejemplo a Filipenses 4:13, : “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (NVI). La primera vez que digas el versículo, enfatiza en “todo”. La siguiente vez enfatiza en “puedo”. Y así sucesivamente, hasta que enfatices todas las palabras del versículo.

Cada vez que digas el versículo, su significado se matizará de una manera diferente.

Otra herramienta para meditar es un puente de reflexión. Debajo de cada historia en la Biblia hay un principio eterno, y el puente de reflexión te ayuda a encontrarlo. Primero, lees la historia y te preguntas qué significaba cuando sucedió por primera vez. Luego te preguntas qué principio eterno está enseñando. Luego lo personalizas preguntándote qué significa para ti hoy.

La Biblia promete tremendas bendiciones si pasas tiempo meditando en ella: “Que no se aparte nunca de tu boca este libro de la ley. Medita en él día y noche y obedécelo al pie de la letra. Solamente así tendrás éxito” (Josué 1:8 NBV).

Tómate el tiempo ahora para desarrollar el hábito de meditar en la Palabra de Dios, y obtendrás los beneficios por el resto de tu vida.

Reflexiona Sobre Esto

• ¿En qué se parecen la preocupación y la meditación en las Escrituras? ¿Qué resultados positivos provienen de meditar en la Palabra de Dios?
• Elige un versículo de las Escrituras y practica “pronunciarlo”, decirlo en voz alta varias veces y enfatizar una palabra diferente cada vez. ¿Qué te enseña Dios al meditar en un versículo de las Escrituras de esa manera?
• Elige una historia de la Biblia. Use el proceso del “puente de reflexión” descrito en el devocional de Esperanza Diaria de hoy para meditar en ese pasaje. Escribe tus ideas o compártelas con un amigo.

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