Para dar Frutos, Conéctate

“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí.” (Juan 15:4 (NTV)

Justo antes de ir a la cruz, Jesús dio las instrucciones de último minuto a sus seguidores: “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí” (Juan 15:4 NTV).

Jesús dice que estar conectado espiritualmente es como estar ligado a una vid. No vas a tener fruto ni productividad alguna en tu vida si andas por tu propia cuenta. Tienes que estar conectado.

En las plantas, una rama desgajada no puede producir fruto. No sólo careces de apoyo y empiezas a marchitarte y morir, sino también no vas a tener productividad alguna en tu vida si no estás espiritualmente conectado.

Cada primavera planto muchas verduras y frutas. Si corto una rama, esa rama no va a producir tomates ni nada más. Tiene que estar conectada para producir frutos.

¿Qué tipo de frutos deberías producir cuando estás conectado al cuerpo de Cristo? “el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio” (Gálatas 5:22-23a NVI).

No sé tú, pero a mí me gustaría ser más amoroso. Me gustaría ser más alegre y gozoso. Me gustaría estar más en paz, independientemente del curso de la economía. Me gustaría ser más amable con las personas que no me tratan bien. Me gustaría ser una persona buena. Quiero ser fiel, no infiel. Quiero guardar y cumplir mis promesas. Me gustaría ser gentil y humilde con las personas que no lo son. Y me gustaría tener más dominio propio.

Esto es llamado el fruto del Espíritu, y es la evidencia de que tú estás conectado espiritualmente. Si no estás viendo que creces en cualquiera de esas áreas, ¿sabes qué? Significa que no estás conectado espiritualmente.

Él está diciendo que esto es tan importante que no sólo necesitas apoyo como una construcción, y no sólo necesitas la sangre que da vida como en un cuerpo; está diciendo que no vas a tener frutos o productividad alguna en tu vida si estás por tu propia cuenta. Tienes que mantenerte conectado. ¡Y la buena noticia es que Dios quiere que estés conectado! ¡Dios está de tu lado!

Hablar de ello

  • ¿Cuál es la evidencia de que tu vida está produciendo frutos?
  • ¿En cuáles “frutos” necesitas crecer? ¿Cómo lo vas a conseguir?
  • ¿Qué beneficios has visto en tu propia vida al estar conectado con el cuerpo de Cristo?

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