No Puedes Dar Más que Dios
por Rick Warren — Septiembre 23, 2023
Cuando das de corazón a Jesús, tu meta no es recibir una bendición. Pero la verdad es que Dios te bendecirá.
No puedes dar más que Dios. Cuando aprendes a ser generoso como Dios, Él promete que terminarás con más. Así es la economía de Dios.
A veces parece que Dios está diciendo: “Veamos quién puede dar más que el otro. Tú me das a mí y a otras personas, y yo te doy más y veremos quién gana”.
¡Y Dios siempre gana! Él dice una y otra vez en las Escrituras que terminarás con más si aprendes a ser generoso. A veces, esas bendiciones serán materiales. Pero a veces serán las bendiciones espirituales que provienen de un corazón generoso.
Jesús dice: “Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio” Lucas 6:38 (NTV).
¿Qué está diciendo Jesús aquí? Imagina que vas a un mercado a comprar cereales. Traes un saco o bolsa de tela y pagas para que se llene todo. Mientras el dueño de la tienda vierte el grano, lo presiona en tu saco. Luego agita suavemente el saco para que el grano se asiente aún más. Quiere ajustar la cantidad máxima de grano.
Jesús está diciendo que las bendiciones de Dios son las mismas. Cuando das generosamente, Él dará tan generosamente que tendrás que dejar espacio para más.
Cuando aprendes a ser generoso como Él, Dios te da en toda su medida. La forma en que das a los demás es la forma en que Dios te dará a ti. Quiere que seas generoso porque quiere que seas como Él. No puedes parecerte más a Cristo sin aprender a dar generosamente.
Esta es una de las decisiones más importantes que tomarás: ¿Tu vida va a consistir en entregar aquello con lo que Dios te ha bendecido? ¿Estará tu vida caracterizada por un deseo gozoso de aferrarte a las promesas de Dios mientras te desprendes de las cosas de esta tierra?
“La cantidad que das determinará la cantidad que recibes”. Tú decides cuánto Dios bendice tu vida.
Reflexiona sobre esto:
- ¿De qué manera demuestras tu generosidad? ¿Estás creyendo en las promesas de Dios de bendecirte al dar?
- ¿Es mejor como cristiano ahorrar todo tu dinero en lugar de gastarlo? ¿Por qué o por qué no?
- ¿Cómo le has pedido a Dios que bendiga tu vida? ¿De qué manera le estás demostrando que quieres volverte generoso como Él?