No Eres un Huérfano Espiritual
por Rick Warren — Enero 17, 2022
Cuando niños, a menudo recurrimos a uno de nuestros padres cuando tenemos una necesidad de dinero. Si lo hiciste cuando eras niño, probablemente no te preguntabas de dónde tu mamá o tu papá sacaban el dinero. Sabías que era de su trabajo. Los padres ganan dinero y los hijos se lo gastan.
Muchas personas actúan como huérfanos espirituales y olvidan que tienen un Padre Celestial: “Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten” Mateo 6:32-33 (NTV).
Nada en toda la creación se preocupa, excepto los seres humanos. Todo lo demás confía en el Creador para que se haga cargo de sus necesidades.
La preocupación es realmente solo una forma de ateísmo. Cada vez que te preocupas, estás actuando como un ateo. Estás diciendo: “Todo depende de mí”. La preocupación es una luz de advertencia de que dudas del amor de Dios.
Salmo 111:5 dice: “Él [Dios] da alimento a quienes en él confían; jamás olvida su pacto”. La Biblia nos dice que Dios envió a Jesucristo a morir en la cruz para que pagara por tu salvación. Si Dios te ama lo suficiente para enviar a Su propio Hijo a morir por ti, ¿No te ama lo suficiente como para hacerse cargo de tus deudas? Si resolvió tu mayor problema cuando te salvó, ¿no es mucho menor cualquier otro problema que tengas?
Aquí está el resultado final: ¿Vas a creer que Dios hará lo que Él dice que hará? Él prometió darte lo que necesitas si le das el primer lugar en tu vida. ¿Vas a creerle lo suficiente para hacer lo que Él te dice que hagas como evidencia de esa fe?
El Salmo 34 habla de ser liberados de nuestros temores cuando vemos al Señor. Cuando tienes temores acerca de tus finanzas, es porque has olvidado quién es Dios y lo que Él prometió hacer.
Si tomas en serio el ser liberado de los temores financieros, debes hacer elecciones diariamente para obedecer a Dios y confiar en Su provisión. Ahora Él está esperando que sigas la premisa de Su promesa y lo busques primero en tus finanzas.
Reflexiona sobre esto
- ¿Cuál es el mayor temor sobre tus finanzas? ¿Crees que Dios puede ayudarte con ese temor? ¿Por qué, o por qué no?
- ¿Cuáles son algunas promesas de la Palabra de Dios que puedes recordar cuando comiences a preocuparte por el dinero?
- ¿Qué paso puedes dar hoy para ser paciente en tus finanzas y demostrarle a Dios que confías en que Él te proveerá?