No Desperdicies Tus Experiencias Dolorosas
por Rick Warren — Abril 28, 2024
La Biblia está llena de principios para ayudarte a reanudar tu vida con éxito después de una temporada difícil. Ayer vimos el primer principio: espera sentir emociones encontradas. Y hoy veremos el segundo: Extrae las lecciones que aprendiste.
Antes de salir corriendo y comenzar un montón de cosas nuevas después de pasar por un momento difícil, Dios quiere que hagas una pausa y consideres las lecciones que aprendiste. No dejes que todo el dolor por el que has pasado se desperdicie. Tómate el tiempo para extraer las verdades espirituales de todo lo que has experimentado.
La Biblia dice: “¿Tantos sufrimientos, para nada? ¡Aunque no creo que no hayan servido de nada!” Gálatas 3:4 (TLA).
Una forma de asegurarte de no desperdiciar tus experiencias difíciles es escribir cada lección que has aprendido. De esa forma podrás revisarlos más tarde para compartirlos con otras generaciones.
¿Qué pasa cuando haces esto? El sufrimiento por el que pasaste de repente tendrá un valor increíble. Deuteronomio 4:9 dice: “¡Pero tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos, ni las aparten de su corazón mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos” (NVI).
Sugiero que te quedes solo en un lugar tranquilo, solo tú y un diario. Este podría ser tu diario de vida. Un diario de vida no es un diario de las actividades de cada día. Las generaciones futuras no estarán interesadas en lo que hiciste; estarán interesados en lo que aprendiste.
Aquí hay algunas preguntas que puedes responder en tu diario de vida:
¿Qué aprendí acerca de lo que es más importante?
¿Qué aprendí acerca de lo que es menos importante?
¿Qué aprendí acerca de mis debilidades?
¿Qué aprendí acerca de mis fortalezas?
¿Qué aprendí acerca de mis relaciones?
¿Qué aprendí acerca de mi ritmo de vida?
¿Qué aprendí acerca de Dios?
¿Qué aprendí acerca del mundo y la cultura que me rodea?
¿Qué aprendí acerca del dinero?
¿Qué aprendí acerca de la felicidad?
Recuerda: antes de reiniciar tu vida después de una temporada de crisis, pérdida o trauma, anota todas las lecciones que has aprendido. Entonces no “olvidarás las cosas que has visto que Dios hizo por ti” y no tendrás que volver a aprender esas lecciones.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuál es tu experiencia con llevar un diario?
- ¿Cuál es una de las lecciones más importantes que aprendiste de una temporada dolorosa? ¿Cómo sería de beneficio compartir esa lección con otros?
- ¿Hubo un momento difícil en tu vida cuando sentiste que no tenías un propósito? Tómate el tiempo hoy para revisar las lecciones que aprendiste de esa temporada dolorosa, ¡y observa cómo Dios las usa!
La libertad de Dios está disponible para ti hoy
Dios prometió que para aquellos que creen en Jesús, no hay condenación. Él envió a Jesús para quitar tu pecado. Su muerte en la cruz pagó por cada mal que has hecho o harás. Y al sacrificarse a sí mismo, Jesús hizo posible que tengas una relación con Dios, el Padre.
Y las buenas noticias no se detienen ahí. Dios también resucitó a Jesús de entre los muertos, demostrando su poder sobre el pecado y la muerte. Y eso hace posible que pases la eternidad con Él en el Cielo.
Si estás listo para entregar tu vida a Jesucristo, comienza con esta sencilla oración: “Querido Dios, sé que he pecado contra ti y te pido perdón. Yo creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mi pecado y que tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirlo como Señor, desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad. En el nombre de Jesús oro. Amén”.