Levanta Manos Santas en Lugar de Puños de Amenaza

Cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecados”. Marcos 11:25 (NTV)

¿Cuánta energía se necesita para dejar caer algo? Ninguna. ¡Solo lo sueltas! No requiere de ninguna energía en realidad.

Jesús dice, Cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecados Marcos 11:25 (NTV).

Cuando tú sueltas tus heridas, toda esa energía que has gastado en odiar, el resentimiento, cargar con rencor, y alimentar tu resentimiento, será liberada. Entonces puedes usar tu energía en proyectos más importantes y constructivos.

Tienes que entregarle tus heridas a Dios. Suéltalas y deja que Él las cargue por ti. Dios ya se ha ofrecido encargarse de ellas.

Simplemente le dices a Dios: “Este dolor es demasiado pesado para mí y no sé qué hacer al respecto. Quizá lo arruine todo. Así que, Dios, te entrego esta herida. Perdono a la persona que me hirió, y me gustaría que tú te encargaras de ello a partir de ahora. Ahora está fuera de mis manos y queda en las tuyas. ¡Gracias!”.

La Biblia también dice en 1 Timoteo 2:8, Deseo que en cada lugar de adoración los hombres oren con manos santas, levantadas a Dios, y libres de enojo y controversia” (NTV).

Cuando estás herido o eres tratado injustamente, en lugar de quejarte con otros, comunícate con Dios. En lugar de tener ira y resentimiento, alaba a Dios por Su presencia y provisión en tu vida. Deja de levantar puños que amenazan y en lugar de eso, levanta manos santas a Dios en oración.

No gastes más tu vida cultivando enojo y resentimiento hacia tus enemigos. Sólo suelta tus heridas a los pies de Jesús, y experimentarás alivio y libertad como nunca la has conocido antes.

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Reflexiona sobre esto

  • ¿Qué hace que desees aferrarte a tus heridas y enojo en lugar de soltarlas a Dios?
  • Cuando estás herido, ¿quién es la persona a la que le hablas sobre eso? ¿Qué piensas que pudiera cambiar si tú hablas con Dios primero sobre tus heridas?
  • ¿Cómo la libertad que viene por rendir tus heridas a Dios te puede ayudar a perseguir tu propósito?

Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración.


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