Si quieres que tu vida de un giro de la nada a la sobreabundancia, entonces, dale a Jesús el control completo de tu vida, incluyendo tu carrera.

Lucas 5:3 dice, “Al subir a una de las barcas, Jesús le pidió a Simón, el dueño de la barca, que la empujara al agua. Luego se sentó en la barca y desde allí enseñaba a las multitudes” (NTV).

Los discípulos habían estado pescando toda la noche sin atrapar nada, entonces Jesús entró en su barca y les dijo que echaran las redes de nuevo. Cuando lo hicieron, atraparon tantos peces que las redes se estaban rompiendo. Era el mismo lago, la misma barca, las mismas redes, y los mismos pescadores, la única diferencia entre la nada y la plenitud era que Jesús estaba en la barca.

Este es el punto de partida: Tienes que tener a Jesús en tu barca.

¿Qué es la barca? Es la forma en la que te ganas la vida. El negocio de Pedro era su barca porque él era un pescador. La barca representa tu carrera, tu profesión, tu trabajo, representa de lo que dependes financieramente.

¿Qué significa tener a Jesús en tu barca?

Significa que dedicas tu carrera a Dios. No estamos hablando acerca de la salvación en este instante. Puedes tener a Jesús en tu vida, pero no le has dado el control de tu carrera. Confiaste en Él para tu salvación, vas a la iglesia los fines de semana y alabas a Dios, pero cuando vas a trabajar durante la semana, ¿está Jesús allí? ¿Confías en Él en tu trabajo? ¿O pones a Jesús en un armario?

Cuando Pedro le dio su trabajo a Jesús, él fue bendecido con resultados increíbles. Pero no olvides el orden. A veces pensamos: “Dios, haz que yo tenga éxito en mis negocios y luego te serviremos cuando tengamos éxito”. ¡Esto está equivocado! Es exactamente lo contrario. En primer lugar, Pedro le dio a Jesús el control de su trabajo y después Jesús bendijo el trabajo de Pedro con enorme éxito. Ese es el orden correcto.

La Biblia dice en Mateo 6:33, “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten” (NTV).

Si quieres que Dios bendiga algo, ponlo a Él en primer lugar. Si quieres que Dios bendiga tu tiempo, dale la primera parte de cada día. Si quieres que Dios bendiga tu dinero, entrégale el primer 10 por ciento de tus ingresos, no importa lo pequeño que sea. Si quieres que Dios bendiga tu trabajo, entrégale el control, sin importar que tan exitoso seas.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Cómo sería si le dieras el control de tu trabajo a Jesús?
• ¿Cuáles son tus miedos o preocupaciones acerca de hacer a Dios el centro de tu carrera?
• ¿Cuánto deseas que Dios bendiga tu carrera? ¿Qué piensas que Él quiere hacer primero?

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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; Haz esta oración.