Las Pistas Sobre Dónde Deberías Estar Sirviendo
por Rick Warren — Noviembre 1, 2020
La Biblia usa el término “corazón” para describir el conjunto de deseos, esperanzas, intereses, ambiciones, sueños y afectos que tienes. Tu corazón representa la fuente de todas tus motivaciones —lo que amas hacer y lo que más te importa. Aún en nuestra época, todavía usamos esa palabra en el mismo sentido cuando decimos, “Te amo con todo mi corazón”.
La Biblia dice que lo que hay en tu corazón, es lo que realmente eres: “Así como el rostro se refleja en el agua, el corazón refleja a la persona tal como es” Proverbios 27:19 (NTV). No eres lo que otros piensan de ti o lo que las circunstancias te obligan a ser. Tu corazón es tu verdadero yo. El determina por qué dices las cosas que dices, el por qué sientes de tal forma y por qué actúas en la forma en la que lo haces.
Físicamente, a cada uno de nosotros el corazón le late de manera única. Al igual que cada uno tiene huellas digitales únicas, iris único y voz única, nuestros corazones laten en patrones algo diferentes. Es sorprendente que entre todos los billones de personas que han vivido, nadie tiene un pulso exactamente como el tuyo.
De la misma manera, Dios nos ha dado a cada uno un latido emocional único que se acelera cuando pensamos en temas, actividades o circunstancias que nos interesan. Instintivamente nos importan algunas cosas y otras no tanto. Estas son pistas de donde debes estar sirviendo.
Otra palabra para corazón es pasión. Hay ciertos temas que apasionan profundamente y otros que no te interesan para nada. Hay experiencias que te encienden y capturan tu atención, mientras otras te apagan o te aburren terriblemente. Esas experiencias revelan la naturaleza de tu corazón, así que debes estar pendiente a esos estímulos internos que te dirigen al ministerio que Dios procura que tengas.
Cuando estabas creciendo, pudiste haber descubierto que estabas intensamente interesado en algunos temas que a nadie más en tu familia les interesaba.
¿De dónde vinieron estos intereses? ¡Vinieron de Dios!
Dios tiene un propósito al darte estos intereses instintivos. Tu latido emocional es la clave para entender tu forma para el servicio. No ignores tus intereses; considera como podrían ser usados para la Gloria de Dios. Hay una razón por la que amas hacer esas cosas.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Por cuáles asuntos, actividades o causas estás apasionado? ¿Cómo estás invirtiendo en esas cosas para la Gloria de Dios?
- Considera las cosas a las que le dedicas más tiempo. ¿Cómo se alinean con tu latido emocional?
- ¿Por qué crees que Dios quiere que te apasiones por las diferentes formas en la que le estás sirviendo?