Las Buenas Decisiones Siempre Están de Acuerdo con la Palabra de Dios
por Rick Warren — Mayo 5, 2023
Cuando necesitas tomar una decisión, la prueba esencial y primordial es esta: “¿Está mi decisión en armonía con la Palabra de Dios?”.
Tienes que decidir cuál será tu máxima autoridad en la vida. Realmente se reduce a esta elección: la Palabra de Dios o el mundo. ¿Vas a basar tus decisiones en lo que dice Dios o en lo que dicen otras personas?
Si basas tu vida en la opinión popular, siempre estarás desactualizado, porque ella cambia todos los días. Lo que estaba “dentro” ayer estará “fuera” hoy, y lo que está “dentro” hoy estará “fuera” mañana. Si basas tu vida en la cultura popular o en las encuestas de opinión, tendrás dificultades porque estás construyendo sobre una base cambiante.
Por otro lado, si basas tu vida en la Palabra de Dios, la verdad nunca cambia. La verdad siempre es verdad. Entonces, si Dios dice que algo estaba mal hace 10.000 años, también estuvo mal hace 500 años, está mal hoy y estará mal dentro de 1.000 años. No me importa lo que diga la cultura o lo que sea popular en este momento. Si Dios dice que está mal, está mal. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Si Dios dice que es correcto, siempre será correcto. ¡Esa es una base sólida!
Dios ha establecido el universo con ciertas leyes: físicas, morales y espirituales. Dios construyó el universo en torno a estas leyes porque todas son para tu beneficio. Cuando cooperas con los principios de este universo, tienes éxito. Si rechazas, desobedeces, ignoras y te rebelas contra los principios de Dios, eres tú el que sale lastimado.
Con todo esto en mente, puedes confiar en tu decisión. Si Dios dice que está bien, entonces hazlo. Si Dios dice que no, entonces no lo hagas.
“Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero” Salmo 119:105 (NVI).
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo intenta la sociedad convencerte de que la verdad es subjetiva?
- ¿De qué maneras puedes familiarizarte más con la Biblia, de tal forma que bases tus decisiones en ella?
- ¿En qué formas has experimentado libertad cuando obedeciste las leyes y la dirección de Dios en tu vida?