Si esperas a la esposa perfecta o al esposo perfecto, no va a suceder de la nada. Déjame decirte por qué: todos somos imperfectos. Por eso necesitamos un Salvador. Necesitamos a Jesús.

Dios te ama, pero debes entender que cualquier persona con la que te cases también será imperfecta.

Todo el mundo es imperfecto, pero algunas personas tienen muchas más imperfecciones que otras. Y debes evitarlos sin importar cuán atractivos, ricos o agradables sean. Tienes que averiguar la salud emocional de tu pareja potencial antes de entablar una relación a largo plazo.

¿Por qué estoy diciendo esto? Estudio tras estudio ha demostrado que el 80 por ciento de todas las separaciones y divorcios ocurren porque uno o ambos miembros de la pareja no están saludables emocionalmente.

Te daré una lista parcial de los factores de salud emocional que debes tener en cuenta. Esto no es mi opinión; esto es lo que Dios dice que debes evitar.

Busca a alguien que no tenga una ira descontrolada. Proverbios 22:24 dice: “No te hagas amigo de la gente irritable, ni te juntes con los que pierden los estribos con facilidad” (NTV). ¿Sabes por qué? Porque la ira descontrolada revela una profunda inseguridad y una baja autoestima.

Busca a alguien que no esté atrapado en una adicción. La Biblia dice: “No andes de juerga con borrachos ni festejes con glotones” Proverbios 23:20 (NTV). Aquí solo se mencionan dos cosas, la comida y el alcohol, pero hay miles de formas en que podemos volvernos adictos.

Busca a alguien que no esté albergando amargura. La amargura es como un veneno: te va comiendo vivo. Cualquier cosa que resientas, empieza a hacerte daño. Para dejar de resentirte, tienes que soltarlo. La Biblia dice en Hebreos 12:15: “Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos” (NTV).

Busca a alguien que no sea egoísta. ¿Por qué? Proverbios 28:25 dice: “El que es egoísta arma líos, pero el que confía en el SEÑOR prosperará” (PDT). Cuando se trata de eso, la causa número uno de conflicto en el matrimonio es simple: el egoísmo.

Busca a alguien que no sea codicioso. Proverbios 15:27 dice: “El avaro causa mucho dolor a toda la familia, pero los que odian el soborno vivirán” (NTV). Si te casas con alguien que es codicioso, estarás endeudado toda tu vida.

Busca a alguien que sea generoso y amable. La Biblia dice: “El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado” Proverbios 11:25 (NTV) y “Tu bondad te recompensará, pero tu crueldad te destruirá” Proverbios 11:17 (NTV).

Busca a alguien que siempre diga la verdad. Proverbios 20:7 dice esto: “Los justos caminan con integridad; benditos son los hijos que siguen sus pasos” (NTV). El amor se basa en la confianza, y la confianza se basa en la verdad. Si no me dices la verdad, no puedo confiar en ti.

Podrías estar pensando: “Esta es una lista larga, Rick. No estoy seguro de si alguna vez encontraré a alguien que coincida con esta lista”. La verdad es que puedes porque Dios se preocupa por ti, y se preocupa por la persona con quien te vas a casar. Lo que debes hacer mientras esperas en oración que Dios te muestre con qué persona casarte, es hacer las cosas que Dios te dice que hagas en tu propia vida. En otras palabras, obedece a Dios en las cosas que sabes hacer y comienza a prepararte para ser la persona que tu futuro cónyuge está buscando.

Y no importa cuál sea tu situación, recuerda que Dios es un Dios de esperanza. Haz lo que sabes que Él quiere que hagas y observa cómo obra en tu vida.

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Reflexiona sobre esto:

• ¿Cuáles son algunos otros factores de salud emocional que crees que Dios quiere que consideres cuando busques una pareja potencial?
• Independientemente de tu situación, pídele a Dios que te guíe a través de una autoevaluación de la lista anterior. Luego pídele a Dios que te ayude a sanar en las áreas donde necesitas sanar. Pero no olvides aceptar la gracia de Dios. Él sabe que no eres perfecto y sabe que todavía estás creciendo. Y Él está muy consciente (y satisfecho) de los lugares en los que ya eres emocionalmente saludable.

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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.