La Mejor Manera de Comenzar y Terminar tu Día

“La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4 (NTV)

Durante estos días de incertidumbre y malestar, es importante comenzar y terminar el día recargando tu alma. Tu alma es la forma en que piensas, sientes y eliges. Así como tu cuerpo físico necesita ser alimentado todos los días para mantenerte saludable, lo mismo le sucede a tu alma. Si no estás alimentando tu alma, vas a estar agotado emocional y espiritualmente.

¿Cómo recargas tu alma? Entrando en la Palabra de Dios todos los días. Jesús dijo: “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios” Mateo 4:4 (NTV). ¡La Biblia es vida!  No solo la lees cuando tienes un problema y necesitas un consejo. No solo la abres cuando necesitas ser levantado. Te alimentas de ella todos los días para que estés constantemente nutrido y creciendo en verdad y amor.

No comiences tu día navegando en tu teléfono o escuchando las noticias. No dejes que lo último que llene tu mente cada día sea algo en la televisión. Ninguna de esas cosas va a alimentar tu alma.

Si solo desarrollas un nuevo hábito durante esta pandemia, que ese hábito sea comenzar y terminar tu día en la Palabra de Dios. Dondequiera que dejes tu Biblia déjala abierta si puedes. Si la Biblia está cerrada, tendrás la tendencia a pasarla por alto. Pero si  la dejas abierta en donde leíste la última vez, te será más fácil recordar que debes ser consistente en la lectura de la Biblia.

No importa cuánto tiempo leas. Importa cómo dejas que la Palabra de Dios te cambie: cómo te ves a ti mismo y a los demás a la luz del amor de Dios, cómo veas tus circunstancias y cómo tu relación con Dios se vuelve más profunda y crece.

“El Señor Soberano me ha dado sus palabras de sabiduría, para que yo sepa consolar a los fatigados. Mañana tras mañana me despierta y me abre el entendimiento a su voluntad”  Isaías 50:4 (NTV).

¿Estás cansado y exhausto? Nutre tu alma y mantente emocionalmente saludable al comenzar y terminar cada día con la Palabra de Dios.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cuáles son tus metas espirituales para este año? ¿Cómo quieres haber crecido en tu camino cristiano durante esta pandemia?
  • ¿Cómo necesitas ajustar tu horario para que tengas tiempo para estudiar la Biblia y también cuidar de tu salud física?
  • ¿Has sido cambiado más por el mundo o por la Palabra de Dios durante esta pandemia?

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