La Madurez Espiritual no es una Actividad Solitaria

“Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo”.  Efesios 4:24 (NTV) 

Como mencioné ayer, tu carácter es esencialmente la suma de tus hábitos; es como actúas habitualmente. La Biblia dice, “Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo”  Efesios 4:24 (NTV).

Dios usa Su Palabra, personas y circunstancias para moldearnos. Todos son indispensables para el desarrollo del carácter. La Palabra de Dios provee la verdad que necesitamos para crecer, el pueblo de Dios provee el apoyo que necesitamos para crecer, y las circunstancias proveen el ambiente para practicar ser más como Cristo.

Si estudias y aplicas la Palabra de Dios, te conectas regularmente con otros creyentes, y aprendes a confiar en Dios en circunstancias difíciles, te garantizo que serás más como Jesús.

Muchas personas asumen que todo lo que se necesita para el crecimiento espiritual es un estudio bíblico y oración. Pero algunos temas en la vida nunca cambiarán solo por medio de un estudio bíblico u oración. Dios usa a las personas. Él prefiere a menudo trabajar con las personas más que con milagros, para que dependamos unos de los otros para tener compañerismo. Él quiere que crezcamos juntos.

En muchas religiones, las personas consideraban que los santos y los más maduros espiritualmente, eran aquellos que se aislaban en los monasterios en las cumbres de las montañas, sin el contacto con otras personas.

¡Pero eso es un malentendido enorme! ¡La madurez espiritual no es una búsqueda individual y solitaria!

No puedes crecer en semejanza a Cristo aislándote. Debes estar rodeado de personas e interactuar con ellas. Necesitas ser parte de una iglesia y tener comunión.

¿Por qué? Porque la verdadera madurez espiritual, trata sobre como aprender a amar como Jesús, y no puedes practicar ser como Jesús sin estar en una relación con otras personas.

Recuerda, se trata de amor —amar a Dios y amar a los demás. 

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo ha usado Dios a las personas en tu vida para ayudarte a crecer en madurez espiritual?
  • ¿Qué evita que persigas una comunión auténtica y transparente con otros creyentes?
  • ¿De qué formas el saber amar como Jesús te ayuda a amar mejor a las personas?

Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.