La Conversación No Se Trata Sobre Ti

“No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan”. Efesios 4:29 (NTV)

Es importante recordar en cualquier conversación la misma verdad que se aplica para cualquier otra área de tu vida: No se trata sobre ti.

¿Qué piensas que va a suceder si comienzas una conversación con tu agenda, tus heridas, tus quejas, o tus problemas? ¡No vas a llegar muy lejos!

Cada conversación debería comenzar con ser empáticos sobre las necesidades de la otra persona. ¿Cuáles son sus heridas? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Cuáles son sus temores? ¿Cuáles son sus problemas?

“No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan” Efesios 4:29 (NTV).

Hay cuatro mandamientos en este versículo: Habla solo lo que es útil, estimula a otros, respeta las necesidades de otros, y beneficia a otros. Ninguno de estos mandamientos trata sobre ti.

Ya tendrás tu turno en algún momento. Tendrás tu oportunidad de hablar sobre tus frustraciones o temores o necesidades u opiniones—pero no comiences ahí.

Esta es la forma como comenzar: Cuando te sientes a conversar dices, “Tú vas primero”. Luego deja que hablen sin ninguna interrupción. No hagas preguntas. No pidas que te aclaren. No retes. Toma notas si es necesario. Pero solo deja que hablen. Eso demuestra que eres consciente. Que le estás dando tu atención. Eso demuestra que te importa.

Hay otra forma de demostrar que te importa: Resume lo que la otra persona dijo. Tú dices, “Déjame repetirte lo que pienso que te escuché decir.” Tú parafraseas lo que escuchaste que dijeron para que puedan reafirmar o corregirte y así mantener una comunicación saludable. Esto les demuestra que te importó lo suficiente como para escuchar y también, para asegurarte que fueron entendidos. Es una forma poderosa de demostrar amor en cualquier relación.

Es la naturaleza humana el querer enfocarte en ti mismo. Pero la señal de un maestro de la comunicación es tener suficiente humildad como para hacer a la otra persona el foco de la conversación y hacerlos que se sientan escuchados y entendidos.

Reflexiona sobre esto

¿Cómo quieres que las personas te traten cuando estás teniendo una conversación? ¿Has extendido esa misma gracia a los demás?
Tú quizás piensas que no eres bueno repitiéndole a las personas lo que piensas que dijeron, pero, como muchas cosas, la buena comunicación requiere práctica. Busca maneras en las que puedes practicar esta destreza esta semana, y pon atención a la forma como la persona a quien le estás parafraseando responde.
¿Cuáles son algunas formas no verbales en las que le puedes comunicar a las personas que estás enfocado en ellos durante una conversación?