“Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas”. Juan 13:17 (NTV)
Los vientos incontrolables de la vida (vientos emocionales, vientos financieros y vientos espirituales) pueden abrumarte y desviarte del rumbo. Pero la Palabra de Dios está llena de principios para ayudarte a resistir incluso los vientos más fuertes.
Ayer analizamos la importancia de mantenerse conectado con la familia de la iglesia. Hoy veremos otro antídoto para los vientos destructivos: pon en práctica todo lo que aprendas.
Dios no quiere que solamente escuches Su Palabra. Él quiere que la obedezcas y que la practiques.
La Biblia dice: “Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca” Mateo 7:24-25 (NTV).
Fíjate en las tres cosas que suceden en una tormenta. La lluvia cae, atacando el techo de tu vida. Los arroyos suben, inundando los cimientos de tu vida. Y los vientos soplan, golpeando contra las paredes de tu vida. Lo obtienes desde la parte superior, inferior y lateral. Y no tienes control sobre nada de eso.
¿Qué haces con las cosas incontrolables de la vida: ese diagnóstico que no puedes controlar, un hijo que no puedes controlar o dificultades financieras que no puedes controlar? Pones en práctica todo lo que has aprendido en las Escrituras. Y cuando lo hagas, no caerás porque los cimientos de tu casa están construidos sobre la roca.
¿Qué es la roca? La roca es la Palabra de Dios. Y cuanto más construyas tu vida sobre la roca, más sólida será. El viento puede venir y causar enormes problemas, pero no devastará tu vida cuando estés haciendo lo que Dios dice.
Juan 13:17 dice: “Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas” (NTV).
Ese versículo no dice que serás bendecido si sabes estas cosas. Dice que serás bendecido si las haces.
Tal vez estés saliendo de una temporada difícil en este momento, o tal vez estés a punto de enfrentar una. No puedo enfatizarlo lo suficiente: edifica tu vida sobre la Palabra firme e inquebrantable de Dios. Es el único fundamento en el que puedes confiar.
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