La Asombrosa Gracia de Dios
por Rick Warren — Febrero 22, 2025

Tus fracasos no sorprenden a Dios; Él ya los conoce. Sabe de qué estás hecho, porque te creó.
La Biblia dice: “[Dios] sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo” Salmo 103:14 (NTV).
Dios no dejará de amarte cuando te equivoques. El mensaje central de la Biblia es este: Dios no te ama por lo que eres o por lo que has hecho, sino por lo que Él es y por lo que Él ha hecho. Dios te hizo. Él te ama. Está resuelto. Nada de lo que hagas hará que Dios te ame más o menos. Él te ama, tanto en tus días malos como en tus días buenos. Su amor no se basa en el rendimiento.
La Biblia tiene una palabra para esto: gracia. Y es absolutamente increíble. Dios te mira y dice: “Elijo amarte. Y no puedes hacerme dejar de amarte”. Incluso en nuestros peores momentos, Dios sigue amándonos. Es una gracia asombrosa. Cuando te das cuenta de su gracia, puedes relajarte sobre tus fracasos y tener la confianza para asumir más riesgos.
Tal vez has pedido perdón a Dios muchas veces por lo mismo. Tal vez no estés seguro de merecer su amor y su gracia. Y estás convencido de que Dios se ha cansado de tus constantes esfuerzos por cambiar. (No es cierto).
Dios nunca se cansa de escucharte. Él nunca está demasiado ocupado. No importa cuántas veces vayas a pedirle perdón, estará esperando con los brazos abiertos.
Es posible que hayas crecido en un hogar donde el amor condicional era la norma. Los afectos de tus padres pueden haberse basado en tus éxitos académicos, deportivos o sociales. Cuando fallaste en alguna de esas áreas, sentiste que el amor de tu familia disminuía.
Puedes relajarte. Así no es como Dios trata contigo.
La Biblia dice: “[Dios] anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz” Colosenses 2:14 (NTV).
La vida cristiana no es una vida libre de errores, pero puede ser una vida libre de culpa. Dios entiende tus fracasos, y Él te ama de todos modos.
¡Esa es la asombrosa gracia de Dios!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo te hace sentir el saber que Dios te ama a pesar de tus fracasos?
- ¿Cómo afecta la comprensión de la respuesta de Dios a tus errores y la manera en que manejas los errores y fallas de otras personas?
- ¿A quién puedes compartirle la asombrosa gracia de Dios?