Esperar es Esencial para tu Fe

“Después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido”.  Hebreos 6:15 (NVI)

Cuando estás esperando en Dios, recuerda que estás en buena compañía.

Billones de santos antes de ti, han estado sentados en el cuarto de espera de Dios. No estás solo. De hecho, si estás en el cuarto de espera justo ahora —tal vez estás esperando un trabajo, una respuesta a una oración— hay muchas otras personas a tu alrededor quienes están en la misma situación.

Hebreos 11:2 dice, Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe (DHH). Y cada una de esas personas habían esperado.

Recuerdas a Ana, quien estuvo esperando años para tener el bebé por el cual ella estaba orando y esperando en Dios que se lo diera.

Recuerdas a José, quien tuvo la visión dada por Dios de ser un gobernante desde una edad muy temprana, pero estuvo años en una prisión por un crimen que él no cometió.

Recuerdas a Moisés, quien vagó en el desierto por cuarenta años mientras esperaba recibir su siguiente asignación y saber su propósito en la vida.

Recuerdas a Noé, quien esperó 120 años antes de que lloviera.

Dios esperó miles de años antes de enviar al Mesías. Tenemos prisa. Pero Dios no tiene prisa. Esperar es esencial para tu fe.

Hebreos 6:15 dice, “Y así, después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido” (NVI).

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo estar en comunión con otras personas te ayuda a perseverar a través de los periodos de la vida?
  • ¿Cuáles son algunas de las promesas de Dios, que puedes reclamar mientras estás esperando?
  • ¿Por qué esperar es esencial para tu fe?

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