Nuestras mentes controlan todo sobre nosotros. Nuestros pensamientos influyen en nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos impactan nuestras acciones.

Lo que piensas importa, porque todo comienza en la mente. Para ser una persona responsable, debes controlar tus pensamientos.

Pero déjame liberarte de un poco de falsa culpabilidad: no eres responsable de todos los pensamientos vagos que pasan por tu mente. Los pensamientos vagos entran en nuestras mentes por una variedad de razones: conversaciones que escuchas por accidente, cosas que ves, cosas que el diablo pone en tu mente, etc.

Eres responsable de cómo lidias con esos pensamientos. Martín Lutero lo dijo así: “No puedes evitar que las aves pasen volando sobre tu cabeza, pero puedes evitar que formen un nido en tu cabello”.

Dios te hará responsable de lo que permitas que ingrese a tu mente.

Estoy sorprendido por lo que algunas personas ven, sin mencionar lo que dejan que sus hijos miren. Muchos seguidores de Jesús pasan su tiempo viendo basura en TV y escuchando basura en la radio. Pagan buen dinero para ver el comportamiento desviado como entretenimiento. La gente que mira esos programas me dice: “Cuando voy a ver ese tipo de cosas, simplemente no me descontrola. No me molesta. No me afecta”.

¡Pero eso no es verdad!

Los científicos han hecho un estudio tras otro concluyendo que nunca olvidas las escenas que ves. Incluso si no recuerdas conscientemente la escena, esa idea volverá a tu mente, a todo color, cuando otra cosa estimule el pensamiento.

En otras palabras, “basura entra, basura sale”. Lo que pones en tu mente inevitablemente dará frutos en tu comportamiento y creencias. De hecho, cuando el entretenimiento basura ya no te molesta, es una luz de advertencia de que ya has pasado el límite.

Uno de los mejores trucos de Satanás para atraerte a un estilo de vida pecaminoso es la comedia. Es por eso que en la televisión o en las películas, el comportamiento desviado siempre comienza con una situación de comedia. Si Satanás puede hacerte reír de algo que es pecaminoso, ya has perdido la batalla.

El pecado no es divertido. El pecado puso a Jesús en la cruz.

¿Con qué estás llenando tu cabeza?

Reflexiona sobre esto:

• ¿Qué tipo de medios de Comunicación te tienta más?
• ¿Quién te puede pedir cuentas por lo que ves y escuchas?
• ¿De qué maneras practicas puedes ayudar a que tus hijos aprendan estos principios?

Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.

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