En un Tiempo de Pérdida, Libera tu Dolor

La Biblia dice que cuando pasas por una época de pérdida, lo primero que tienes que hacer es liberar tu dolor.

La tragedia siempre produce emociones fuertes – ira, miedo, depresión, preocupación y culpabilidad. Estos sentimientos nos asustan y no sabemos qué hacer con ellos. Cuando hemos experimentado una pérdida muy grande, estos sentimientos enormes burbujean dentro de nosotros. Si no los enfrentamos ahora, nos tomará mucho más tiempo recuperarnos.

Algunas personas nunca tratan directamente con el dolor en la vida. Lo acumulan. Lo empujan hacia abajo. Lo ignoran. Prefieren pensar que no existen. Y es por eso que todavía están luchando con el estrés emocional de las pérdidas que ocurrieron hace 20 o 30 años atrás.

Hay un mito que afirma que Dios quiere que camines con una sonrisa todo el tiempo diciendo: “¡Alabado sea el Señor!” La Biblia no dice eso en ninguna parte.

En realidad, Jesús enseñó exactamente lo opuesto. En Mateo 5:4 Jesús dice: Dios bendice a los que lloran, porque serán consolados” (NTV). Está bien llorar. Como gente cristiana, sabemos que ellos irán al Cielo, así que no necesitamos afligirnos como el mundo. Nuestra pena puede ser diferente. Nos entristecemos porque los vamos a extrañar, pero también podemos estar en paz porque sabemos que están con Dios.

¿Qué haces con tu dolor? No lo reprimas ni lo guardes en lo profundo de ti. Tienes que dejarlo ir – entrégaselo a Dios. Clama a Dios, “¡Dios, estoy herido! ¡Estoy sufriendo! Esto es difícil de aceptar”. Si quieres un buen ejemplo de esto, lee el libro de los Salmos, donde muchas veces David derrama sus entrañas y dice: “Dios, ahora estoy en un momento difícil. Estoy realmente, realmente lastimado.”  Tú también puedes clamar a Dios al igual que lo hizo David.

Salmo 62:8b dice, “dile lo que hay en tu corazón, porque él es nuestro refugio.” (NTV) Si estás pasando por una pérdida en este momento, por favor entiende que, si no liberas tu pena, se extenderá. Sentimientos que se empujan hacia abajo, explotarán en una situación mucho peor.

Libera tu dolor para que Dios pueda comenzar a sanar tu corazón.