En un Mundo Dividido, Conviértete en un Pacificador
por Rick Warren — Junio 25, 2021
Nuestro mundo está lleno de conflictos. Está en todas partes. Mira alrededor y no tardarás en encontrar ira, envidia, ambición egoísta e incluso odio.
Existen muchas fuerzas que buscan la división. Pero te desafío —como seguidor de Jesús— que te conviertas en un agente de reconciliación.
Jesús es el gran reconciliador. Dios lo envió para reconciliarnos con Él. La Biblia dice, “Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” 1 Timoteo 2:5 (NVI).
Eso significa que te pareces más a Jesucristo cuando te reconcilias.
No tienes que estar de acuerdo en todos los temas para lograr la reconciliación. De hecho, si te enfocas en construir relaciones, encontrarás que algunos de los asuntos que causan conflicto no son tan importantes como pensabas.
Jesús lo dijo así en Mateo 5:9, “Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo” (TLA).
No dijo “amantes de la paz”. Hay muchos amantes de la paz en el mundo, pero muy pocos pacificadores.
Llegar a ser un pacificador puede requerir algo de práctica, pero puedes empezar por desarrollar estas habilidades para hacer la paz.
En primer lugar, los pacificadores tienen cuidado de evitar las palabras que destruyen. Siguen el consejo de Colosenses 3:8, “Ahora desechen también todo esto: ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca” (NBLA).
En segundo lugar, los pacificadores son considerados. Intentan comprender las perspectivas de los demás y evitan juzgar los sentimientos de los demás. “La sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera” Santiago 3:17 (NVI).
Y tres, los pacificadores perdonan como también han sido perdonados. “Sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” Efesios 4:32 (NVI).
Quizá la próxima vez que te encuentres en un conflicto, te sientas tentado a avivar el fuego. Pero no lo hagas. Elige seguir el ejemplo de Jesús, el gran reconciliador y trabaja para traer la paz.