¿En quién puedes Confiar?

Una de las grandes preguntas de la vida es, “¿En quién vas a confiar?” La manera como contestes a esa pregunta, determinará si vas a ser feliz o miserable, si tienes éxito o fallas, si tu vida tiene sentido o si has desperdiciado tu vida.

Consideremos las opciones. ¿Vas a confiar en el congreso? Probablemente no. Su credibilidad está muy baja justo ahora. ¿Vas a confiar en los medios de comunicación? ¿Por qué lo harías, cuando nunca sabes si te están diciendo la verdad? ¿Vas a confiar en la opinión pública? No sería muy inteligente cuando está cambiando cada segundo.

¿Vas a confiar en ti mismo? Eso también es bastante estúpido, porque los sentimientos mienten. Si vas a vivir por tus emociones, vas a ser manipulado el resto de tu vida por otras personas y por tus estados de ánimo.

Si vas a encomendar tu vida y tu futuro a alguien o a algo, será mejor que elijas alguien que tenga su mejor interés en su corazón, que sepa todo, sea perfecto y nunca te mienta. Eso reducirá bastante tus opciones -a Dios.

Nadie va a decirte siempre la verdad. La van a esconder. La van a filtrar. Van a hacer que suene bien. No te dirán lo que realmente necesitas escuchar. Peo lo que necesitas escuchar es la verdad, porque es la verdad lo que te hará libre. Las mentiras sobre ti mismo, otros, el mundo, y como es en realidad la vida, te mantienen tras un velo.

Para ser libre, debes tener la verdad. Como lo he dicho muchas veces, la verdad te hará libre, pero primero te hará miserable. No nos gusta la verdad. No queremos escuchar que la mayoría de nuestros problemas en nuestras vidas fueron atraídos por nuestras malas decisiones. No queremos escuchar que nuestra terquedad, ego e inseguridad han causado el estrés en nuestras vidas, pero es verdad.

Salmos 33:4 dice, “Pues la palabra del Señor es verdadera y podemos confiar en todo lo que él hace.” (NTV).

Dios lo dijo, y lo afirma -ya sea que lo creas o no. Dios no está esperando a ver qué opinas para saber lo que es correcto y lo que no lo es. Si Dios lo dijo, es verdad.

Puedes confiar en Dios.