“Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor”. Efesios 4:16 (NTV)
La Biblia dice en Colosenses 2:6-7: “Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, ahora deben seguir sus pasos” (NTV). La Biblia compara a menudo la vida con un paseo, porque en la vida no te quedas quieto. ¡Estamos en un viaje! En todo el Nuevo Testamento se nos dice que hay que caminar en sabiduría, en el amor, en la luz, en la obediencia y en el Espíritu.
Pero una de las principales formas que Dios nos dice que debemos caminar es la siguiente: tú nunca fuiste hecho para caminar solo por la vida. Esto no tiene nada que ver si eres soltero o casado. El matrimonio no resuelve el problema; la comunidad sí. Y encontrarás en la comunidad tu familia espiritual —el Cuerpo de Cristo.
Algunos de ustedes dicen, “¿qué hay de malo en caminar solo? Me gusta despertarme solo. De hecho, yo lo prefiero. Puedo ir a mi propio ritmo. Yo no tengo que esperar a nadie”.
Puede que te guste caminar solo, pero necesitas a otros para que caminen contigo a través de la vida. Déjame darte tres razones.
Efesios 4:16 dice: “Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor” (NTV).
Tienes que tener otras personas en tu vida para que te ayuden a crecer y ser la persona que Dios quiere que seas. La vida se trata de relaciones. Dios es amor, y Él quiere que aprendas a amarlo y amar a los demás. Esas son las dos mejores lecciones en la vida.
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