El Cristianismo: Un Sistema de Pertenencia
por Rick Warren — Septiembre 6, 2019
Hay solo dos maneras de entrar en una familia: puedes nacer en ella o puedes ser adoptado por ella. ¡Dios hace las dos cosas por ti! Se llama nacer de nuevo y se llama ser adoptado en la familia de Dios. Dios hace ambas.
En la ley romana, que era la vigente en el Nuevo Testamento, uno podía desheredar a un hijo nacido en la familia y no reconocerlo más como miembro de ella. Pero si adoptabas a un hijo, eso estaba prohibido. Dios no solo dice que has nacido de nuevo en su familia, sino también que fuiste adoptado, y no hay forma de deshacer esa adopción. ¡Son buenas noticias!
Tal vez te preguntes, “¿No importa lo que haga? ¿De verdad?” Correcto – no importa lo que hagas.
Una vez que naciste, no puedes des nacer. Una vez que naciste de nuevo no puedes des nacer de nuevo. Puedes afligir a tu Padre, de la misma manera que muchas veces hacemos con nuestros padres terrenales. La relación puede romperse, pero no importa lo que digan nuestros padres, todo el mundo sabe que sigues siendo su hijo. De la misma manera, una vez que te convertiste en hijo en la familia de Dios, estás adentro.
La Biblia dice en 1 Timoteo 3:15, “Para que, si me retraso, sepas cómo debe portarse uno en la familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente” (DHH). Somos la familia de Dios. La iglesia no es algo a lo que vas. La iglesia es algo a lo que perteneces. Estás sellado al edificio del templo de Dios. Estás injertado en la rama y el árbol de la vida. Eres nacido de nuevo y adoptado en la familia de Dios. Estás unido al cuerpo de Cristo. Todos éstos son modelos de conexión.
La mayoría de las personas piensa que el cristianismo es un sistema de creencias. Hay creencias que están involucradas, pero es mucho más. Es un Sistema de pertenencia. Significa que perteneces a la familia de Dios. Significa que eres parte del cuerpo de Cristo.
La Biblia dice que es como nacer en una familia.
Romanos 15:6-7 dice, “Todos ustedes podrán unirse en una sola voz para dar alabanza y gloria a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria” (NTV).
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son los beneficios de pertenecer a la familia de Dios?
- ¿Qué evidencia hay en tu vida de que perteneces a la familia de Dios? ¿Representas bien a tu familia?
- ¿Cómo te calificarías en la manera que aceptas a otros en la familia de Dios?