El Amor de Dios te Libera para Amar sin Miedo
por Rick Warren — Mayo 8, 2019
“En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios” (1 Juan 4:18 NTV).
- Cuando las personas experimentan conflictos en las relaciones, a menudo es una señal de que alguien está tratando de controlar a la otra persona. ¿Qué hay detrás de ese control? Es miedo La inseguridad nos hace tratar de controlar a otros o resistir el control de otros. Cuando estás tan inseguro que todo lo que piensas es lo que otros piensan de ti, destruye tus relaciones y desactiva tu vida.
- Es un dilema asombroso que tenemos como seres humanos: anhelamos estar cerca, pero también tememos estar cerca. Anhelamos tener intimidad con los demás, pero también nos morimos de miedo.
- La inseguridad previene la intimidad y destruye tus relaciones. No puedes acercarte a alguien si hay temor en la relación. Si la inseguridad destruye las relaciones, ¿qué las construye? ¡El amor! El amor construye relaciones.
- La Biblia dice en 1 Juan 4:18, “En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios” (NTV). ¿Cómo funciona? ¿Cómo el amor expulsa todo temor?
- El amor quita la atención de ti y se enfoca en los demás. La gente me pregunta muchas veces: “¿Alguna vez te pones nervioso cuando hablas con mucha gente en Saddleback?” La respuesta es: “¡Por supuesto!” ¿Pero sabes qué es lo que marca la diferencia? Me quito la atención de mí y me concentro en las personas frente a mí. Si estuviera allí pensando en lo que pensaban de mi peinado, tendría algo que temer, ¿no? Pero en el momento en que empiezo a pensar cuánto amo a mi familia de la iglesia y cómo servimos a Dios, de repente, el miedo se ha ido.
- Es lo mismo en cualquier relación. Enfocarse en la otra persona te da el poder de expulsar el temor de tu vida.
- Entonces, ¿cómo encuentras ese poder para enfocarte en otras personas? Te das cuenta de cuánto te ama Dios. En el momento en que empiezas a comprender cuánto te ama Dios, ya no tienes que probarte a ti mismo nunca más. No tienes que pasar tu vida tratando de impresionar a otras personas, porque ya sabes que Dios te ama.
- ¿Sabes lo liberador y divertido que es vivir la vida de esa manera? Tu identidad y tu autoestima no están atrapados en lo que otros puedan pensar de ti. Cuando estás seguro en tu relación con Cristo, ya no estás presionado por las expectativas de los demás. El amor de Dios te libera para amar a otros sin temor.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué inseguridades o miedos te impiden abrirle la vida y el corazón a alguien, ya sea un amigo, cónyuge o familiar?
- ¿Cómo nuestra cultura nos mantiene inseguros en nuestras relaciones?
- ¿Qué crees que Dios cree de ti? ¿Qué ve él cuando te mira?