Dios te Formó para el Servicio

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”. Efesios 2:10 (NVI)

Dios te formó para que le sirvas.

La Biblia dice: Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Efesios 2:10 NVI).

Antes de que nacieras, Dios ya había decidido que quería que hicieras con tu vida. Dios no te puso en este planeta solo para que ocuparas un espacio, usar recursos y morir. ¡No! Él te puso aquí para que le sirvas y para que sirvas a otros.

Y nadie más puede ser tú. Si no le sirves a Dios de la manera en que Él quiere que lo sirvas, entonces el mundo perderá esa parte del rompecabezas.

Otro nombre para las buenas obras es ministerio. Cada vez que utilizas tus talentos y habilidades para ayudar a alguien más, en realidad estás ministrándolos. La Biblia dice en 1 Pedro 4:10, “Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros” (NTV).

¿Conoces los talentos que tienes? No son para tu beneficio. Dios te dio tus talentos para el beneficio de otras personas. Es por eso que nadie tiene todos los dones. Dios conectó el universo para que nos necesitemos los unos a los otros.

Cuando llegues al cielo, amarás a Dios, entonces Él quiere que lo practiques desde ahora. Vas a amar a otras personas en el cielo, por lo que Él quiere que lo practiques desde ahora. Vas a crecer espiritualmente en el cielo, entonces Él quiere que lo practiques ahora. Y vas a servir a Dios en el cielo, entonces Él quiere que lo practiques ahora.

Sirves a Dios sirviendo a otros. En la Tierra es imposible servir a Dios directamente. La única forma en que puedes servir a Dios en la Tierra es sirviendo a otras personas. Entonces, cada vez que ayudas a alguien más, Dios dice que es como si lo estuvieras haciendo por Él. Estás practicando en la Tierra lo que vas a hacer por toda la eternidad.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo te ha formado Dios de manera única para que puedas servir bien a los demás?
  • ¿Cómo estás usando tus talentos y habilidades para servir a los demás?
  • ¿Cuánto importa tu motivación cuando sirves? ¿Por qué?

¿Estás listo para invitar a Jesús en tu corazón?

¿Estás listo para recibir el regalo de gracia de Dios para ti? Es una oración sencilla que le dirá a Dios que aceptas el regalo de Jesús.

Oración:

“Querido Dios, tengo miedo, pero quiero conocerte. Yo no lo entiendo todo, pero te agradezco que me ames. Te agradezco que has estado conmigo, incluso cuando yo no me daba cuenta. Te agradezco que estás para mí –que no enviaste a tu hijo Jesús para condenarme sino para salvarme”.

“Admito que nunca me he dado cuenta de que necesitaba un salvador, pero hoy quiero recibir el regalo de tu Hijo. Te pido que me salves de mi pasado, mis remordimientos, mis errores, mis pecados, mis malos hábitos, mis heridas, y mis complejos. Necesito que me quites el estrés y me llenes con tu amor. Necesito estar en paz contigo, y yo necesito que pongas tu paz en mi corazón”.

“Te pido que me salves para tu propósito. Quiero saber para qué me pusiste en esta tierra. Y quiero cumplir para lo que me creaste. Quiero aprender a amarte y confiar en ti y tener una relación contigo. Hago esta oración en el nombre de Jesús, Amén”.

Si hiciste esta oración, por favor escríbeme a [email protected] me encantaría enviarte algunos materiales para que comiences tu viaje con Jesús.


Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.