Dios te Ama de todos Modos
por Rick Warren — Septiembre 11, 2022
Tus fracasos no sorprenden a Dios. Él los espera. Él sabe de lo que estás hecho —porque Él te creó.
La Biblia dice, “Dios sabe todo de nosotros; sabe que estamos hechos de polvo” Salmo 103:14 (PDT).
Dios no deja de amarnos cuando nos equivocamos. El mensaje central de la Biblia es éste: Dios no te ama por lo que eres o por lo que has hecho, sino por lo que Él es y por lo que ha hecho. Dios te hizo. Él te ama. Es un hecho. No puedes hacer que Dios te ame más. No puedes hacer que te ame menos. Él te ama tanto en tus días malos como en tus días buenos. Su amor no se basa en el rendimiento.
La Biblia tiene una palabra para esto. Se le llama gracia —y es absolutamente sorprendente. Dios te mira y te dice “Elegí amarte. Y no puedes hacer que deje de hacerlo”. Incluso cuando estamos ridículamente equivocados, Dios no deja de amarnos. Es verdaderamente una gracia sorprendente. Cuando entiendas Su gracia, puedes olvidarte de tus fracasos y tener la confianza de tomar más riesgos.
Puede que hayas acudido a Dios varias veces para pedirle perdón por el mismo asunto. Tal vez no estés seguro de merecer Su amor y Su gracia. Y estás seguro de que Dios se ha cansado de tus constantes esfuerzos por cambiar.
Pero puedes estar tranquilo. Dios nunca se cansa de conversar contigo. Nunca está demasiado ocupado. No importa cuántas veces vengas a pedirle perdón, Él estará esperando con los brazos abiertos.
Es posible que hayas crecido en un hogar donde el amor condicional era la norma. El afecto de tus padres puede haberse basado en tus éxitos académicos, deportivos o sociales. Cuando fracasaste en alguna de esas áreas, sentiste la pérdida del amor de tu familia.
Relájate. Así no es como Dios trata contigo.
La Biblia dice, “Dios anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo eliminó clavándolo en la cruz” Colosenses 2:14 (DHH).
La vida cristiana no es una vida sin errores, pero sí puede ser una vida sin culpas. Dios entiende tus fracasos, y te ama de todos modos.
¡Esa es sublime gracia!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo te sientes al darte cuenta de que Dios te ama a pesar de tus fracasos?
- Al darte cuenta de cómo Dios maneja tus errores y fracasos; ¿cómo debería impactar la forma en la que tu manejas los errores y fracasos de otros?
- ¿Con quién puedes compartir las buenas nuevas de la sublime gracia de Dios?